Entre sagas y campos de minas
Mientras los estudios se rifan a Leonardo DiCaprio y a James Bond, Louis C.K. mete el dedo en el ojo del sistema y otro James, esta vez Woods, se mete con Armie Hammer y sale escaldado cuando Amber Tamblyn le contesta.
Atención, pregunta: ¿pueden nombrar a un actor que no esté asociado a una franquicia? Estamos hablando de la flor y nata de los intérpretes, clase A, estrellas de ayer, hoy y siempre. Piensen. A nosotros sólo nos sale uno: Leonardo DiCaprio (1). Y, sí, debutó con un pequeño papel en Critters 3 (K. Peterson, 1991), pero desde entonces nada, cero. Ni cómics, sagas estelares, espías o comedias familiares. Por eso el rumor de que la Warner le había ofrecido encarnar al Joker en un nuevo spin-off pilló a todo el mundo con el pie cambiado. Ni que Martin Scorsese figure como productor en este proyecto que dirigirá Todd Phillips (Resacón en Las Vegas) lo explicaría. De hecho, DiCaprio sigue deshojando la margarita de proyectos para elegir qué film podrá utilizar por primera vez en su campaña de marketing aquello de Del ganador del Oscar, Leonardo DiCaprio. Quizás elija ser otro Leonardo... DaVinci, protagonista de la nueva biografía escrita por William Isaacson (Steve Jobs).
Bond, ¿a subasta? Quienes también están en condición de elegir son Barbara Broccoli y Michael G. Wilson, los productores de la saga Bond (2). Una vez terminado el contrato de distribución con Sony, todas las majors se han abalanzado cual lobos hambrientos para hincarle el diente a una de las pocas franquicias del cine que quedan por exprimir: 25 películas, 52 años de historia, pero ni reboots, precuelas, Bond
vs. Bourne ni nada. 007 también tiene pretendientes de Silicon Valley. Apple y Amazon se han presentado a la subasta y pueden aflojar los entre 2.000 y 5.000 millones de dólares que piden por ella, y dinamitar, de una vez por todas, el sector de la exhibición.
Dardos a doquier. Alguien que está más que acostumbrado a dinamitar lo que sea es Louis C.K. Capaz de darle la vuelta a los tópicos de la sitcom, parir series para Internet como quien no quiere la cosa y no dejar títere con cabeza en sus shows stand-up, el cómico ha presentado en Toronto I Love You, Daddy (4), una película rodada en secreto, que ha escrito, dirigido, protagonizado y pagado él mismo, y que, más que una comedia, es un campo de minas. Como el cruce de acusaciones en Twitter entre James Woods
(3), Armie Hammer y Amber Tamblyn. Primero Woods criticó la diferencia de edad entre el personaje de Hammer y su amante en la esperada Call Me By Your
Name, de Luca Guadagnino. Hammer respondió recordándole que Woods, con 66 años, tenía una novia de 26. Y al cruce se sumó Tamblyn, apuntando que, cuando ella tenía 16 años, Woods le tiró los tejos descarada y repulsivamente. Esto sí da para saga.