¡Paciencia con el nuevo choucero!
Justo el día que Mediaset retira el debate de Gran Hermano con Jordi González al frente, aparece Don Carlos Herrera en TVE-1.
Primer cambio revolucionario: la desaparición del cine en la oferta dominical nocturna de TVE-1 desde hace 25 años. Es decir, el entretenimiento puro cede su espacio a un talk-show como de toda la vida, y que, aunque es una oferta de entretenimiento, lo es pero menos.
Cuando escribo estas líneas hay que ver cómo se desarrolla el formato adquirido por RTVE ¿Cómo lo ves?, pues existe un mandamiento en todos los manuales de TV: no valorar nada hasta la tercera o cuarta emisión. Los programas se hacen con el tiempo, no a la primera semana de vida. Pero ustedes querrán un comentario al respecto. Miren, he aprendido una palabra surgida (gracias a Sergio Carrillo) de la variable venezolana del español: choucero. Viene de show. Así, aquellas personas que son capaces de teatralizar sus actuaciones, son chouceros. Jerry Lewis merecía este nombre. Andreu Buenafuente también, y, si echamos la memoria hacia atrás, recordaremos a muchos más.
Ahora tenemos en pantalla a
Carlos Herrera, que es un choucero elegante, culto, de amplios registros, pero al que hay que dejar suelto, que haga lo que quiera. Y yo lo encontré constreñido. Déjenle que nos haga su show, sus temáticas, sus entrevistas, sus músicas…
Además, el día de su estreno, el programa evitó los incendios forestales que quemaban Galicia y Asturias. Pensé que el espacio estaba grabado, y que, por lo tanto, no podía hacer conexiones con el noroeste peninsular. No era así. Ese error marcará el arranque del programa y hacerlo olvidar no será fácil. Pero La Sexta sí alzó el listón de la actualidad en directo. Si ellos lo hacen, también deben hacerlo los otros canales. Mucho más, en el caso de la TV pública.