Una especie de familia
★★★★★
no hay más que estar atento a su relación con el cartero del barrio.
Usando los flashbacks de una manera bastante original (la secuencia de la fiesta sería la prueba) y apoyado por actores de primera, el film también es el relato de un gran secreto y la narración de un prolongado equívoco, y, a la vez, como Esplendor en la hierba (Elia Kazan, 1961), un triste viaje de la fogosa adolescencia a la apagada y amargada madurez. Memoria, amor, soledad, nuevos modelos de familia... grandes temas de esta película emocionante. Lo mejor: que emociona sin trampas.
Lo peor: perderse en algún viaje al pasado de los personajes.
(Argentina,
Brasil, Francia, Alemania, Polonia, Dinamarca, 2017, 95 min.). Dirección: Diego Lerman. Intérpretes: Bárbara Lennie, Daniel Aráoz, Claudio Tolcachir, Yanina Ávila. Guion: D. Lerman y María Meira. Fotografía: Wojciech Staron. Música: José Villalobos. DRAMA.
Habla de algo tan real como la voluntad de una mujer de ser madre, pero Una especie de familia se construye desde fuera, desde el ambiente y las sensaciones intangibles, desde una at- mósfera dolorosa y cargada de secretos y problemas que aparecen muy poco a poco. El modo de hallarlos es indagar en la mirada y en el gesto de Bárbara Lennie, en lo que oculta o trata de olvidar de un pasado y en lo que parece no ver del futuro inmediato.
Diego Lerman juega una doble baza entre el realismo social y el drama interior de una mujer en una encrucijada. De su empeño contra toda circunstancia se van desprendiendo algunas reflexiones, o más bien preguntas, que anidan siempre en las adopciones o los distintos casos de doble maternidad. Pero no hay doctrina: esos temas flotan de forma inquietante en las entrañas de un thriller oscuro, en busca de una luz para una mujer atormentada. Lo mejor: Barbara Lennie.
Lo peor: la dosificación del enigma un poco forzada.