DESTINOS
A concurso en el Festival de Gijón, este drama social del búlgaro Stephan Komandarev presenta varias historias protagonizadas por taxistas y sus clientes.
LA HISTORIA: En un acto de desesperación, un taxista mata al banquero que lo extorsiona. Mientras tanto, otros cinco taxistas circulan por las calles de Sofía en busca de sus destinos.
La idea de la película se me ocurrió en un taxi, comenta Komandarev: El conductor me confió que cuando la gente perdía su trabajo en Bulgaria, lo primero que intentaban era conducir un taxi. Él mismo acababa de perder su puesto como profesor de Ciencias Nucleares... También me dijo que Bulgaría es un país de optimistas, porque los pesimistas o realistas hace tiempo que se fueron. A partir de ahí, el director y guionista fue prestando atención a los taxistas, que expresan su punto de vista sobre un país en el que la pobreza y la desigualdad creciente han generado una sensación de fracaso transversal. Yo mismo sigo en Bulgaria, con mis dos hijos, y cuando les miro me pregunto en qué mundo vivirán cuando sean adultos.
Mucho más política que aquella Noche en la Tierra (Jim Jarmusch, 1991), y centrada en las calles de una sola ciudad, Sofía, Destinos cuenta seis impactantes historias que son tan búlgaras como universales, incluido un suicidio desde un puente rodado en un prodigioso plano secuencia de 19 minutos.