GRETA FERNÁNDEZ
"A veces llamo a mi padre y le digo: 'Lo dejo'".
(Barcelona, 04/02/1995)
En sus trabajos más recientes, la serie Matar al padre, de Mar Coll (con quién rodó una de sus primeras incursiones en el cine, Tres días con la familia), y La enfermedad del domingo,
de Ramón Salazar, es la hija de Gonzalo de Castro y Miguel Ángel Solá, respectivamente. En la vida real, su progenitor es Eduard Fernández, con quien podría reunirla pronto la debutante Belén Funes, con la que rodó el corto La inútil (2017). La madre de Greta es la escritora Esmeralda Berbel (Interiores).
La hemos visto en series (Sé quién eres, en Telecinco, o, La Riera, en TV3) y en cine: No sé decir adiós, Amar y La próxima piel,
dirigida por Lino Escalera, Esteban Crespo y Isaki Lacuesta & Isa Campo. También en teatro: en Amanda T. Le van la fotografía, la moda, Instagram (aunque tengo una relación de amor-odio con las redes sociales: las uso y saco beneficio de ellas, pero rechazo la admiración que fomentan hacia cosas completamente superfluas). Admira a Meryl Streep, a Penélope Cruz, a Michael Caine, a mi padre, a Luis Tosar y a Javier Bardem. Mataría por trabajar con Michael Haneke y Paolo Sorrentino. Se proclama más de Barcelona (para vivir) que de Madrid (aunque tengo ganas de mudarme porque se mueven más cosas aquí), de amigas (mi mejor amiga es fotógrafa y en breve va a triunfar) que de amigos. En la profesión tengo dos: Anna Castillo y Àlex Monner.
Quizá porque desde pequeña me trabajé muchísimo el inglés, su objetivo es el exterior: Me gustaría trabajar en USA, Francia e Inglaterra. No sin dudas: Cuanto más sé, más complicado me parece. A veces llamo a mi padre y le digo: Lo dejo, esto no sé cómo hacerlo. Es muy difícil saber controlar tus herramientas de actor. De físico doy pequeña, ¡pero me piden cosas de niña que no me salen! No me llaman para niñas de 25 años, sino de 17, 18. A mi padre le encanta que tenga dudas. Me dice que, a mi edad, él tampoco sabía muchas cosas de este trabajo. Y que esté tranquila, que hago cosas pequeñitas que están bien.
Por qué la queremos: Por su enigmático físico, sus elecciones y sus dudas.
Asignatura pendiente: Trabajar con su padre; la danza, el francés y el extranjero como plató.