Operación Triunfo
El balance del año lleva como título el de un programa: Operación Triunfo. 2017 debería ser el año de TVE. Por muchos motivos: por haber picado piedra durante tanto tiempo; por haber relanzado la Operación Triunfo; por sus series de ficción; por la producción de buenos documentales; por grandes entretenimientos como MasterChef y mucho más. Al frente del barco, su capitán, Eladio Jareño.
Tres series para depositar en nuestra memoria: Estoy vivo (TVE-1), La Casa de Papel (Antena 3 TV) y El accidente (Telecinco). Esta última da lo que se le pide a una serie de prime time: que sea entretenida con traiciones, asesinatos, camellos e infidelidades. Dicho de otro modo, cómo con elementos tópicos se puede hacer algo diferente.
Estoy vivo es el retorno de Daniel
Écija con una serie de ficción de tonos completamente diferenciados. Ya no es época de géneros puros, sino de cruce de texturas. La Casa de papel es la confirmación del productor Álex Pina, de una productora (Vancouver Media), de los ejecutivos de una cadena y de un realizador magnífico, Jesús Colmenar. Narrada en tiempo real (todo un reto) con ladrones, rehenes, cuerpos de élite de la policía y un golpe en la Fábrica Nacional de la Moneda y Timbre.
El desprecio a las series nacionales, porque no son tan novedosas como las americanas, ha terminado en el 2017. Ahí está Merlí (TV3), iniciada en 2015 y que merece todos los elogios para Héctor Lozano, su creador; Eduard Cortés, su director; y los ejecutivos de TV3, sus productores. Sólo TV3 es capaz de introducir la Filosofía en una serie de ficción de su prime time.
Y, finalmente, sería bueno recordar otros trabajos muy bien considerados:
Historia de nuestro cine (La 2, TVE), el mejor programa cinematográfico del año; Imprescindibles (La 2, TVE), la mejor serie documental; las coberturas informativas especiales de La Sexta; el Late Motiv de Andreu Buenafuente (Movistar +); First Dates (Cuatro);
Tu cara me suena (Antena 3 TV), y
Cachitos (La 2, TVE).