‘SICARIO 2: SOLDADO’
Guerrra sin cuartel contra el imperio de la droga
El de Sicario (Denis Villeneuve, 2015) fue el primer guion de Taylor Sheridan, hasta entonces un actor con un par de docenas de créditos como secundario en series de TV (Veronica Mars, Hijos de la anarquía) que, con esa historia, se descubrió como un lúcido cronista de l os dramas y miedos de la América profunda. Una faceta que confirmó escribiendo la espléndida Comanchería (D. Mackenzie, 2016). Para su tercer libreto, Sheridan regresa a la lucha contra los cárteles de la droga con una segunda parte de la que caen, su protagonista ( Emily Blunt), su realizador (Villeneuve) y el director de fotografía ( Roger Deakins), pero en la que se mantienen Benicio Del Toro y Josh Brolin en una cinta que, en palabras de este último, es más intensa, más grande.
LA MAFIA DEL NARCOTRÁFICO
Con el italiano Stefano Sollima (Suburra, la serie de TV Gomorra) al mando, Sicario 2: Soldado, que Sheridan no ve como una secuela, sino como la segunda parte de una antología, la guerra contra la droga se recrudece cuando narcotraficantes y terroristas se alían. En la primera, cuenta Del Toro, Alejandro y Matt, mi personaje y el de Josh, siempre lo tenían todo bajo control. Ahora no es así. Las cosas no salen como tienen planeadas. Se enfrentan a más encrucijadas, a las consecuencias de sus decisiones. C a t h e r i n e Ke e n e r , Matthew Modine, Isabela Moner (Transformers: El último caballero),
Jeffrey Donovan y el mexicano
Manuel García- Rulfo ( Los Siete Magníficos) completan el reparto.