The Florida Project. Los colores de la otra América.
Tras revolucionar el cine indie filmando ‘Tangerine’ con un iPhone, Sean Baker utiliza su sensible y colorista acercamiento a la marginalidad para retratar en ‘The Florida Project’ a una madre y a su hija, que viven al borde de la miseria a las afueras de
Sean Baker (Nueva York, 1971) lo tiene claro: La clave de The Florida Project es la extrema ironía que supone ver a unos niños que viven en la miseria a pocos minutos de
Disney World. El director de Tangerine
(2015), que presentó su nuevo film en la Quincena de Realizadores de Cannes y se ha erigido en una de las estrellas de la temporada de premios USA, conoce bien el reverso oscuro del Sueño Americano: Los moteles baratos de las afueras de las ciudades de Estados Unidos son el último refugio para las familias pobres antes de caer en la mendicidad. Se han convertido en lugares de adicción y criminalidad.
Baker le da su toque personal al film esquivando el miserabilismo y abrazando el vitalismo: Me gusta utilizar la comedia para envolver dramas resonantes y temas serios.
Uno de los sellos distintivos del estilo de Baker es su habilidad para sacar todo el partido de actores no profesionales. Bria Vinaite, que encarna a la madre de Moonee (la niña que interpreta Brooklynn Prince, una actriz que colecciona nominaciones y premios de los distintos gremios de la crítica USA), fue descubierta a través de Instagram. Me llamó la atención su expresividad, y luego vi que tenía una química increíble con los niños de la película, explica el director, que no considera a Vinaite una no profesional: Durante el mes previo al inicio de la película, ensayamos mucho. Para ella, fue un curso acelerado de interpretación. Debía aprender a estar al nivel de Willem Dafoe, algo nada fácil para una chica de 22 años cuya única experiencia consiste en sacarse fotos en su habitación. Pero lo consiguió. Al llegar al rodaje, ya no era una amateur.
Baker, que rodó con un iPhone y sin permiso las escenas que se desarrollan dentro del parque de atracciones de Disney World, es un maestro a la hora de captar la belleza oculta en escenarios marginales. Quería exaltar el colorido de esos moteles cochambrosos, apunta el cineasta, y capturar esa manera brillante que tienen los niños de ver las cosas. El director de fotografía (Alexis Zabe) me convenció de que el film debía saber como un helado de arándano con un toque ácido. ESTRENO: 9 FEBRERO
“La clave del film es la extrema ironía que supone ver a unos niños que viven en la miseria a pocos minutos de Disney World”.
Sean Baker, director