Regreso a prisión
Las presas de ‘Vis a vis’ vuelven, ahora en Fox, en una tercera temporada que cerrará tramas pendientes tras su abrupto final en 2016. Un regreso del que nos hablan su showrunner y tres de sus actrices.
Hablamos con Najwa Nimri (en la foto con Adriana Paz), Alba Flores, Itziar Castro y el showrunner Iván Escobar sobre el retorno de Vis a vis, cuya tercera temporada acaba de estrenar Fox.
La marea amarilla. Antes, te quitaban Canción triste de Hill Street o El Internado y te quedabas medio triste. Ahora las redes sociales son un arma, una voz donde exclamar que no te pueden dejar a medias. Si estamos aquí es por esa marea amarilla de fans. Las palabras de Iván Escobar, miembro del equipo creador de Vis a vis y showrunner en esta tercera temporada, no dejan lugar a dudas. Como ha ocurrido en otras ocasiones (Veronica Mars, Jericho, Community, Arrested Development), el espectador ha encontrado respuesta a sus plegarias tuiteras. Estaba rodando con Carlos Vermut y con Julio Medem, añade Najwa Nimri (aka la diabólica Zulema), y seguía recibiendo mensajes sobre el tema. Me preguntaba en qué momento pararían. ¿Estamos locos? Pero no se frenaban nunca.
Una conversación tomando un café con el director general de Fox España, Daniel Pérez, lo empezó todo. Me encontré a un tipo entusiasta, casi un fan de la serie, con ganas de resucitar ese universo, recuerda Iván Escobar. Más emoción, menos tiempo. Acogida en un nuevo hogar (Fox), la tercera temporada de Vis a vis encajará con los nuevos tiempos: sus ocho episodios se concentrarán en unos 50 minutos de duración, a diferencia de los 70 de las series en abierto. El relato es más redondo, puedes prescindir de todas las ramas que sobran del árbol... Los episodios pasan en un suspiro, pero puedes agarrarte más a la esencia, radiografiar los capítulos a través de una mirada, olvidarte de la multitrama que tanto habíamos manejado... Desde el punto de vista narrativo ha sido una experiencia bonita, afirma Escobar.
Cambios y más cambios (de cadena, pero también de parte del reparto y de decorado, ya que las tramas se trasladan de la prisión de Cruz del Sur a Cruz del Norte) que le dan a este Vis a vis 3
hechuras de producción nueva. Casi ha sido como empezar de nuevo. Había que reinventarse, sin dejar de ser respetuosos con el espectador, que no admite traiciones, y al que le debíamos una conclusión del relato, relata el showrunner: Así que tendremos ese enfrentamiento, casi de western, entre Zulema y una Macarena (el maleado, endurecido, personaje de Maggie Civantos) que empezó siendo cola de ratón y ahora es cabeza de león. Pero sí, el foco cambia, hay un nuevo ecosistema, una nueva cárcel, nuevas dinámicas... Esta será una temporada darwinista, de selección de las especies. Zulema se adapta a su nuevo entorno; Macarena se cree evolucionada sin serlo... Sólo sobreviven los más fuertes, y ahí la única fuerte es Zulema.
Y es que, sin dar pie a medio spoiler, en esta tercera entrega hay un golpe de timón en cuanto al eje argumental. La mirada de la presa que interpreta Ruth Díaz nos introduce en la trama desde unos ojos nuevos, que también son los del público, explica Iván Escobar: Su personaje, además, enlaza con algo muy actual, porque es una ex concejala de Madrid condenada por corrupción. Una mirada fresca que empieza a codificar los peligros, las bajezas, la amistad, el deseo... un poco lo que ya ocurría con Macarena en la primera temporada.
Fichajes de campanillas. A la de Ruth Díaz (a la que el Festival de Venecia premió por Tarde para la ira) cabe sumar las incorporaciones de Luis Callejo (su compañero de cast en ese film de Raúl Arévalo), Itziar Castro (Pieles), Irene Anula (Los miércoles no existen) o Adriana Paz (El autor), que da vida a Altagracia, jefa de módulo de atípicos métodos y grano en el culo de las presas (si pones a una hija de puta con otra hija de puta, una de ellas termina por
amansarse es su lema) desde el primer momento y, en particular, de Zulema. Ha sido mi comadre en el rodaje, me he reído mucho con ella, nos han tocado muchas palizas y me ha dejado los brazos morados... cuenta Najwa Nimri, entre risas.
Continúan, claro, caras conocidas del universo Vis a vis: Jesús Castejón (alias el inspector Castillo, que ya entra en la temporada con una muerte entre rejas que investigar), Berta Vázquez, Inma Cuevas, Marta Aledo, María Isabel Díaz, Laura Baena o una Alba Flores que nos añade claves a la nueva entrega: Antes, la violencia era más explosiva, y ahora hay una apuesta por una tensión inaguantable, y las explosiones son a cuentagotas. Y, aunque la serie es mucho más oscura, sigue teniendo ese sentido del humor irónico e incorrecto.
Entre nuevos y habituales, seguirá brillando Zulema (puto elfo del Infierno, le grita Saray/Flores en su rentrée). Siempre Zulema, alma de la serie. Ha sido emocionante, y agotador, reencontrarme con ella, confiesa una Najwa Nimri que sigue yendo al límite con su criatura, dispuesta a cumplir la promesa que le hizo a Macarena al final de la segunda temporada: Me gusta meterme de cabeza en los personajes, sin medias tintas, sin concesiones. No intento ser complaciente. Y amplía su definición del personaje (nunca he pretendido justificarla, ni evitar que el espectador la odie: es un bicho, aunque hay momentos en los que el público la comprende) con un ligero cambio de enfoque ante la nueva realidad que se le presenta: Zulema despierta del coma y tiene la sensación de que los astros le están a favor. Era una clave interna que usé para construir el personaje, pero no podía jugar sólo con esto, sino también con pequeños lapsus. En su estrategia mental, con el universo de su lado, hay también una parte muy chapucera. Zulema está entre Neo, de Matrix, y Nemo. O más bien Dory. Hemos estado toda la temporada pasando de Neo a Nemo, en realidad, Dory. Y ahí creo que la gente flipará. Se enganchará a un humor ultranegro, como pasa con Tarantino, que te hace empatizar con la masacre, con la chapuza sanguinaria. Desde ese humor negro que siempre ha tenido Zulema y con el que ahora jugamos más a saco. El enemigo silencioso. Otra de las claves argumentales del resucitado Vis a vis viene de Oriente, algo que ya el primer episodio deja meridianamente claro.
Son el peligro sin traducción, la mafia china funciona de un modo diferente y muy inquietante, apunta Alba Flores. Es el mal mayor, añade Najwa Nimri: Muy pulcro, quirúrgico, en sus métodos.
Pero los males nuevos nunca llegan solos: antes, nos cuenta la actriz, se cruza en una celda con Itziar Castro. Es de las pocas prisioneras con las que nadie se mete, afirma Castro: Goya es como un toro, ruda y desagradable, que no le da muchas vueltas a la cabeza. Pero es como una cebolla, le vas quitando capas y acabas descubriendo que tiene su corazoncito. La edad de oro. El retorno de Vis a vis (con una cuarta entrega en preparación) reafirma que la ficción catódica española vive su propia edad de oro, como dice un Iván Escobar en cuyo currículum brillan éxitos como Los Hombres de Paco o El Barco, y otras, como Bienvenidos al Lolita, que pasaron sin gloria: Se aprende más de los fracasos. Como los desengaños amorosos, te obligan a espabilar, te hacen dar dos pasos atrás para tener una mirada diferente. He aprendido que no hay que ser conservador, ni pensar que algo que funciona lo seguirá haciendo ocho o diez años después. Nuestra industria se asentó en determinadas narrativas, y, de golpe, llegan Fariña, La Casa de Papel o El Ministerio del Tiempo, y te da una vuelta la cabeza. Hoy, hay series magníficas, ¡y viajando por el mundo! Que buscan fronteras narrativas con atrevimiento, y con una cuarta parte del presupuesto de las extranjeras. Ha habido un vivero de guionistas y productoras que creen en el espectador inteligente. No sirve de nada ser conservador. Ni en esto ni en la vida. ESTRENO: 23 ABRIL EN FOX
“HABÍA QUE REINVENTARSE SIN DEJAR DE SER RESPETUOSOS CON EL ESPECTADOR, QUE NO ADMITE TRAICIONES”. Iván Escobar, showrunner