Reyes, bromas y plantones
Stephen King está de moda. Además, payasadas etílicas, juicios, enfrentamientos festivaleros y jubilaciones que no son lo que parecen. Otro mes calentito en Hollywood.
El homenaje de Steven Spielberg a El resplandor (S. Kubrick, 1980) en Ready Player One confirma el buen momento cinematográfico de Stephen King. Los dos reyes, uno el Midas de Hollywood, el otro de la literatura popular, estuvieron a punto de trabajar juntos en Poltergeist (T. Hooper, 1982) y han dejado caer que podrían hacerlo en el futuro llevando al cine El Talismán, novela que King escribió con Peter Straub. A King se le acumulan los proyectos: Jason Clarke podría encabezar el cast de una nueva versión de El cementerio viviente; y James McAvoy y Bill Hader podrían acompañar a Jessica Chastain en la secuela de It que Andy Muschietti rodará este verano.
La broma asesina. Hablando de payasos, T.J. Miller (Deadpool) fue detenido, y después puesto en libertad previo pago de una fianza de 100.000 dólares, tras llamar a la policía diciendo que había una bomba en el tren en el que viajaba. Miller, despedido de la serie de TV Silicon Valley por su actitud, y al que antes habían pedido que se apeara del convoy debido a su evidente estado de embriaguez, se enfrenta a una pena de cinco años de cárcel. Molinos legales. Trabájate un proyecto durante 25 años para que, cuando lo tienes listo, venga alguien y te demande. En estas está Terry Gilliam con El hombre que mató a Don Quijote, film con el
6
que espera poder clausurar Cannes si la demanda del productor portugués Paulo Branco, que le disputa los derechos sobre el film, lo permite.
Pasando de Cannes. El que no irá a la Croisette es Ted Sarandos, mandamás 3 de Netflix, ante el veto impuesto por el director del Festival, Thierry Frémaux. Nosotros apostamos por el futuro del cine. Si Cannes escoge quedarse atrapado en el pasado, es su problema, replicó Sarandos. Las víctimas de este pique son los nuevos films de Alfonso Cuaron (Roma), Paul Greengrass (Norway) o el film póstumo de Orson Welles (The Other Side of the Wind), que no podrán verse en el festival por no tener estreno en salas. Para que esto no se repita en los Oscar, Netflix tiene un as en la manga: comprar cines en Los Ángeles y Nueva York. Al parecer, ya han preguntado por los Landmark, propiedad del millonario Mark Cuban. Con más de 80 películas al año (más del doble que cualquier major), la programación estaría asegurada.
Retiros y retiros. En octubre pasado, Chris Hemsworth nos decía que iba a tomarse un descanso. Nada de nada: Mr. Pataky rueda Bad Times at the El Royale y liderará, con Tessa Thompson, un spin-off de la saga Hombres de Negro. Que aprenda de Cameron Diaz, que sólo ha hablado para, cuatro años después de su último film, confirmar que sí, que está de lo más retirada y feliz.