Chris Pratt y Bryce Dallas Howard, por Jurassic World: El reino caído.
“ESTE FILM HABLA DE CÓMO LA CIENCIA SOBREPASA LA HUMANIDAD Y CÓMO INTENTAMOS SOBREVIVIR EN UN MUNDO QUE YA NO CONTROLAMOS”.
Uno de los guardianes del Universo Marvel y estrella del mundo jurásico, Chris Pratt reclama su corona del reino blockbuster con la quinta entrega de una saga que marcó su infancia. Hablamos con este actor todoterreno, capaz de salir airoso de la acción más adrenalínica o hacernos llorar de risa.
Parque Jurásico (S.Spielberg, 1993) fue mi La Guerra de las Galaxias (George Lucas, 1977), la película más importante de mi infancia. De hecho, de niño no me gustaba La Guerra de las Galaxias. La redescubrí y aprecié de adulto, pero de pequeño no me atrapó como Parque Jurásico. ¡Me parecía la mejor película de todos los tiempos! Por eso estar en la franquicia es un sueño. Chris Pratt (Virginia, Minnesota, 1979) resume en ese recuerdo de infancia su relación emocional con la saga jurásica, a la que ahora regresa con J.A. Bayona. Amable y cercano, nos habló (en una jornada de rodaje con el T-Rex) de Jurassic World: El reino caído y de su visión del cine de entretenimiento.
CONECTAR CON EL PÚBLICO
¿Por qué cree usted que Jurassic World (2015) conectó tan bien con el público?
¡La gente adora esta franquicia! Cuando se estrenó Jurassic World, habían pasado 22 años del estreno de Parque Jurásico, y un film que recuperaba ese universo tenía un gran valor sentimental para toda una generación. Pero también era una aventura nueva y emocionante para una nueva camada de espectadores no necesariamente familiarizada con la saga. Era una gran película familiar, una mezcla muy entretenida de imaginación, ciencia y aventuras. ¿Qué pensó al confirmarse que J.A. Bayona dirigiría la secuela?
Me entusiasmó la idea, porque amo sus películas: combinan a la perfección los mejores efectos visuales y una buena narración y construcción dramáticas. Me fascina que, incluso cuando pasan cosas locas, están conectadas a la realidad. Obviamente, Lo Imposible (2012) está basada en un hecho real, pero en ella sucede algo más grande que la vida, y el tono sigue siendo muy realista. Y Un monstruo viene a verme
(2016) es, por supuesto, un film de género fantástico, pero también es emocionalmente muy real. Bayona era el director ideal para una película como esta.
UNA NUEVA VÍA
¿Considera que este film abre nuevas vías en el universo jurásico? ¡Por supuesto! Creo que nos hemos movido en una nueva dirección en la franquicia, sobre todo, a nivel de historia. Aunque el tono es distinto, la película de Bayona es, como Jurassic World, un entretenimiento extraordinario para toda la familia, pero su historia es más ambiciosa. En Jurassic World: El reino caído, los personajes deben re- accionar a algo más que el ataque de unos dinosaurios. Es otro tipo de película. Supongo que mucha gente estará de acuerdo en que estamos al filo de la extinción, cerca de desaparecer. Quizá siempre lo hemos pensado, pero parece que ahora hay más datos científicos que nunca sobre ello. Y la película habla de todo eso.
En relación a lo que dice, Jurassic World: El reino caído, vuelve a mostrar la habilidad del cine fantástico para reflejar la realidad, para cuestionarse el presente.
Sí, el cine fantástico en general y, en concreto, la cienciaficción, que puede combinar imaginación y ciencia, reflejan a menudo el presente. Esta película, sin duda, lo hace. Todos los films de la franquicia hablan de la mano del hombre sobre la naturaleza, de cómo alterar artificialmente el orden de la naturaleza puede resultar en catástrofe. Pero esta, además, habla de la ciencia sobrepasando a la Humanidad y de nosotros intentando sobrevivir en un mundo del que ya no tenemos el control.
¿Cuál cree que ha sido la aportación de J.A. Bayona a la franquicia?
Obviamente, en una película de estas dimensiones, todo está muy medido, pero J.A. aporta ideas en cada momento, no se ciñe estrictamente a los planes. Nos permite y se permite crear magia en el momento y capturarla. Prueba cosas fuera de cámara para generar reacciones sorprendentes, y es capaz de cambiar una escena si ve que hay algo que funciona mejor de otra manera. Todo tiene que ver con que él disfruta en el set, se divierte. Y eso se nota en la película, la enriquece. También tiene un absoluto control del ritmo y un gran sentido del humor. Y sus planos son hermosos. Forma un gran equipo con Óscar Faura, y hacen cosas increíbles.
Una duda: ¿se siente de alguna manera obligado a desplegar su vis cómica en sus films?
Entiendo que, cuando has hecho mucha comedia, el espectador pueda esperar que tus personajes sean graciosos. Pero nunca les atribuyo una vis cómica de antemano. Nunca sentí que Owen, mi personaje en Jurassic World, tuviera que ser tan gracioso como los de la serie de TV Parks and Recreation o de la saga Guardianes de la Galaxia. Es un tipo serio, no un comediante. En su aventura, hay momentos en los que hay humor, pero brota de las situaciones, no es porque él sea especialmente gracioso. No creo que el cine de entretenimiento deba supeditar por sistema la aventura, la acción y la emoción a los chistes. Básicamente, porque si no sabes hacerlo muy bien no funcionará.