Purasangre
★★★★ ★
Thoroughbreds (USA, 2017, 92 min.). Dir.: Cory Finley. Int.: Anya Taylor-Joy, Olivia Cooke, Anton Yelchin, Paul Sparks. THRILLER. En el mucho ruido y pocas nueces de la actual burbuja de ficción serializada, una de las pocas producciones recientes con cierta originalidad ha sido The End of the F***ing World, una versión itinerante, gualtrapa y tierna de este excepcional film que, sin mucho ruido pero repleto de nueces, nos llega. Como en la serie, Purasangre narra la relación in crime entre dos personajes en formación (aquí chicas ambas) cuyas psicologías (o patologías) las condenan a cada extremo de la gama afectiva: una, exceso emocional; otra, ausencia de empatía; hipersensibilidad versus psicopatía. El perverso noir adolescente que a partir de ahí urde de manera exquisita el debutante Cory
Finley (apunten) resulta divertido y atroz, fascinante en letra e hipnótico escénicamente.
Nutrido de referencias –del Hitchcock más jocoso al Clouzot más alambicado, pasando por dos precedentes tan obvios como Escuela de jóvenes asesinos y Criaturas celestiales–, e imbuido de esa congoja millenial tan distinta como similar a cualquier otro angst juvenil del pasado, estamos ante un debut admirable, casi tan perfecto en su alquimia de cálculo e impulso, diseño y arrebato, como las simulaciones sensitivas consumadas desde su atalaya sociopática por una de las protagonistas.