UNA HERENCIA DE MIEDO
√ He visto Hereditary con la sensación de estar mirando la película de terror de siempre –con su niña rara, sus dibujos extraños, su posesión diabólica y su cosa reptando por las paredes–, pero rodada, eso sí, con una indudable maestría. Lo que de verdad me ha resultado perturbador es el proceso de descomposición familiar al que asistimos, la forma en la que muestra unas relaciones en pleno estado de decrepitud. Ese es, en mi opinión, el verdadero espíritu maligno de la historia. Javier Sánchez (vía e-mail).
√ No hay ninguna duda: estamos viviendo una nueva edad de oro del cine de terror; un terror adulto, con mensaje y, lo más importante, que te causa verdadero miedo. Hereditary te hiela la sangre. Alma Martínez (vía e-mail)
√ Ni terror, ni nada de nada. Considero Hereditary como la enésima tomadura de pelo de cierto público que odia el género y que busca títulos que puedan satisfacer su ego moderno. Y lo de Toni Collette ya cansa. Desde que adelgazó, no puedo con su cara de agobio (o estreñimiento). Pablo Gandía (vía Facebook)
CONTESTA MR. BELVEDERE
Es verdad que cierta crítica tiene que cubrir una cuota, cada vez más urgente, de obras maestras o títulos que opositen a clásico. Puede que esas etiquetas perjudiquen un tanto a Hereditary. Pero lo que no se le puede negar es su atmósfera malsana, el jugar con el espectador (al menos con este veterano, que no pasaba tanto miedo desde La
carreta fantasma) y, precisamente, ser fiel al género, incluso con su mensaje sobre la familia, que ya estaba en La semilla del diablo o El exorcista.