PARA AMANTES DE LAS FÁBULAS HUMANISTAS SIN EXCUSAS.
Lo mejor: la unión de su discurso político con la magia del cine.
Lo peor: su condición de rara avis en el cine actual.
Lo mejor: la unión de su discurso político con la magia del cine.
Lo peor: su condición de rara avis en el cine actual.