La balada de Buster Scruggs. Deconstruyendo a los Coen.
En ‘La balada de Buster Scruggs’, su primer film para Netflix, los hermanos Coen firman un western por capítulos que huele a compendio de todo su universo. En el Festival de Venecia, revelaron sus secretos en exclusiva para FOTOGRAMAS.
Los Coen por capítulos. Estructurada en seis episodios independientes que suman
132 minutos, La balada de Buster Scruggs funciona como un amplio muestrario de los estilos y tonalidades que han hecho a los hermanos Coen leyendas vivas del cine americano: de la sátira caricaturesca al drama meditativo, de la historieta con alma de viñeta a las reflexiones de calado filosófico, de lo pulp a lo novelesco, del cine más físico (ojo al recital de Tom Waits) a los festivales dialogados de fina y ácida ironía. ¿Pero cómo se forjó
La balada… en la mente de los Coen?
Esta película no es el fruto de un plan preestablecido. Fuimos escribiendo los diferentes capítulos a lo largo de los años, explica Joel. El primero lo escribimos hace unos 20 años, interrumpe Ethan. Sin inmutarse,
Joel continúa: En un momento dado, pensamos que podría ser interesante juntarlos y hacer una película por capítulos. Y Ethan remata: El orden de las historias responde al orden en que las escribimos.
Para unos cineastas acostumbrados a filmar largometrajes, ¿cómo fue rodar una colección tan dispar de historias cortas? El rodaje fue un poco esquizofrénico. Nos veíamos obligados a cambiar de mentalidad casi cada semana, explica Ethan.
Fue bastante difícil, como conducir mientras alguien te va cambiando las marchas continuamente, apunta Joel, que aclara que una cosa que nos ayudó a hilvanar la película fue que cada capítulo tenía sus propias localizaciones, sus propios escenarios. Según Ethan, si hubiésemos tenido que rodar todos los capítulos en un mismo lugar creo que nos habríamos vuelto locos.
Además, Joel admite que el rodaje