TORTUOSO CAMINO A LA GLORIA
A pesar de ser una showrunner reconocida, Amy Sherman-Palladino no lo ha tenido fácil. Sonada fue su salida forzosa de
Las chicas Gilmore: tras levantar la serie, llegó la renovación de contrato al final de la sexta temporada y la cadena The CW se negó a acceder a su deseo de ampliar la sala de guionistas. Terminó saliendo de malas maneras de su propia serie y la séptima temporada resultaría un desastre que muchos fans prefieren obviar. Entonces se ganó fama de problemática (si fuese un hombre, le habrían reído la gracia y alabado su firmeza) y encadenaría varios proyectos fallidos. Pero el millonario contrato con Netflix para resucitar a las Gilmore volvería a ponerla en el mapa. Luego vendría Amazon para ofrecerle aún más dinero.