El regreso de Mary Poppins
★★★ ★★ Mary Poppins Returns (USA, 2018, 130 min.). Dir.: Rob Marshall. Int.: Emily Blunt, Lin-Manuel Miranda, Ben Whishaw, Emily Mortimer, Julie Walters. MUSICAL.
Más que para convocar a nuevos feligreses, El regreso de Mary Poppins llega para tocar la fibra nostálgica de los viejos parroquianos y erizarles el vello, sobre todo a los ya reumáticos sexagenarios que vimos Mary Poppins (1964) cuando se estrenó, acompañados de un par de madalenas y un batido de chocolate (con pajita, poco antes de que esta palabra perdiera para siempre el diminutivo). Todo, en la película de Rob Marshall, remite al clásico de Robert Stevenson: los decorados escrupulosamente recreados, los colores… El chiflado almirante Boom (antes Reginald Owen, aquí el venerable David Warner) sigue puntualmente disparando cañonazos desde su terraza. Y ahí sigue Dick Van Dyke, en la piel de Mr. Dawes Jr., hijo de uno de los personajes que encarnó en el original (queda la duda de si sus dinámicos pasos de baile, a sus 93 tacos, son reales o digitales). Otros personajes han desaparecido pero tienen su equivalente: la pintoresca Topsy (Meryl Streep) haría las veces del ingrávido tío Albert, y la anciana de las palomas (la entrañable Jane Darwell) es ahora la anciana de los globos (Angela Lansbury, en el rol que Julie Andrews declinó). Es como volver al patio de recreo, o a la tienda de golosinas más grande jamás contada. No se le puede pedir a El regreso de Mary Poppins otra cosa que lo que es: un superespectáculo infantil lujoso, alegre y trivial, con números musicales más que aceptables (el de las farolas es de veras hermoso). En cuanto a Emily Blunt, la nueva Poppins, parece estar de paso, como el propio personaje: antes una convidada de piedra que una verdadera protagonista. Más información en núm. 2012. ESTRENO: 21 DICIEMBRE