DEL AMOR Y LA SOLEDAD Bernardo Bertolucci, el soñador rebelde
Director y guionista italiano. 26 noviembre. 77 años.
Los nueve Oscar, dos a su labor como director y guionista, que se llevó por El último emperador (1987) hicieron pensar que Bernardo Bertolucci se rendía al espectáculo grandioso más tradicional. Una épica encerrada en una cajita con un grillo, símbolo (el encierro) que se repitió en toda la obra de este aspirante a poeta (como su padre) que descubriría en el cine el medio para hablar del abandono, la desesperación y el dolor del hombre atrapado por sus contradicciones, sus miedos y miserias. La épica de Novecento (1976), grito de la clase obrera ante la opresión capitalista y fascista. Y la muerte, siempre la muerte, desde la sensacional El conformista (1970) a la polémica y desgarradora El último tango en París (1972), pasando por ese oscuro viaje a la memoria/esquela de un padre fallecido que fue La estrategia de la araña (1970), basada en un texto de Jorge Luis Borges. Pier Paolo Pasolini introdujo a Bertolucci en el mundo del cine (tras algunos cortometrajes dirigidos junto a su hermano Giuseppe), primero en el guión de Accattone (1961) y ya luego apadrinando su debut en La commare secca (1962). Trabajó (poco) en películas ajenas, caso de Hasta que llegó su hora (1968), de Sergio Leone, en el fondo un borrador western de lo que sería su propia y personal Novecento. La combatividad ideológica y política de títulos como Antes de la revolución (1964),
Partner (1968) o la incomprendida y maltratada La historia de un hombre ridículo (1981) (algo que nunca perdió), era tan solo el paisaje para batallas sobre amores solitarios y dolientes
(el incesto madre e hijo en la soberbia
La luna, la relación autodestructiva en El cielo protector y la citada El último tango en París; Asediada), enseguida bañados de nostalgia y desencanto
(Soñadores, Belleza robada, Tú y yo). Bertolucci cierra, como su Pequeño Buda (1993), los ojos a una realidad que ya no comprendía. Como aquel milenario grillo en su dorada jaula eterna.