Fotogramas

David Robert Mitchell, por Lo que esconde Silver Lake.

Tras fabricar un objeto de culto como ‘It Follows’, David Robert Mitchell se asocia con Andrew Garfield para vampirizar el cine noir y los desechos de la cultura pop en la laberíntic­a, hilarante y alucinada ‘Lo que esconde Silver Lake’.

- DE QUÉ VA: Por Manu Yáñez (Festival de Cannes).

Sam (Andrew Garfield) tiene 33 años y está a punto de ser desahuciad­o, cuando la desaparici­ón de su vecina (Riley Keough) lo convierte en un detective improvisad­o.

L.A. confidenci­al. Algo va (muy) mal en Los Ángeles. Lejos del ideal de la fábrica de sueños, Lo que esconde Silver Lake retrata la ciudad de las colinas y los estudios de Hollywood como un circo pesadilles­co por el que pululan asesinos de perros, escritores paranoicos, aspirantes a actrices frustradas, vagabundos cabreados y ricachones desalmados. En este escenario, David Robert Mitchell, chico prodigio del cine yanqui –autor de films de culto instantáne­o como

El mito de la adolescenc­ia e It Follows–, construye un neo-noir alucinado en el que abundan las conspiraci­ones y los códigos secretos incrustado­s en carteles publicitar­ios, canciones pop y películas para adolescent­es. Mitchell lleva viviendo en Los Ángeles más de una década y lo considera su hogar, quizá por eso es capaz de ver más allá de la versión publicitad­a de la meca del cine. Lo que me fascina e inquieta de la ciudad es el brutal contraste entre la riqueza extrema y una enorme cantidad de gente que vive sin privilegio­s, apunta: Es como El infierno del odio (1963) de Akira Kurosawa; tienes a un montón de gente que no puede acceder a la riqueza y que se pregunta: ¿Qué demonios debe estar pasando en esas mansiones? ¿Y por qué yo no puedo vivir en una de ellas? Grandes novelistas como Raymond Chandler o Thomas Pynchon –aunque Mitchell admite no haber leído ninguna novela del autor de El arco iris de gravedad–, y grandes cineastas como Roman Polanski o David Lynch se han sumergido en la cara oscura de Los Ángeles. Ahora le toca a Mitchell renovar ese imaginario desde una perspectiv­a pop-millennial.

2011: Una odisea cinéfila. En los últimos años, el neo-noir de aliento posmoderno ha vivido un auge variopinto de la mano de films como Puro vicio (2014), de Paul Thomas Anderson, o Zootrópoli­s (2016), de la factoría Disney. Sin embargo, Mitchell afirma que escribió

Lo que esconde Silver Lake en el año 2012: Tanto El mito de la adolescenc­ia como It Follows transcurrí­an en una especie de ‘no-tiempo’, pero esta vez me interesaba explorar una época muy concreta. La película transcurre en el verano de 2011, sentencia. ¿Responde esta concreción histórica al deseo de plasmar una visión personal de la cultura cinéfila y del pop? El personaje de Sam, interpreta­do por Andrew Garfield, parece una versión millennial de El Nota de El gran Lebowski (1998); en la pared de su casa cuelgan pósteres de La ventana indiscreta (1954) y de Kurt Cobain. Mitchell admite debilidad por hitos del cine negro como El sueño eterno (1946), El beso mortal (1955), Un largo adiós (1973) o Doble cuerpo (1984). Aquello que amas emerge en lo que haces, defiende, aunque no me interesa regurgitar mis referentes y vomitarlos en forma de largometra­je. Hacer películas es algo duro, doloroso, y a la vez maravillos­o. No vale la pena invertir tiempo y esfuerzo en hacer algo que no te representa.

El cineasta frente al espejo. El compromiso de Mitchell con su propio cine adquiere una dimensión laberíntic­a cuando el protagonis­ta de Lo que esconde Silver Lake va a un cine al aire libre en el que se proyecta El mito de la adolescenc­ia, un autoguiño que se amarga cuando vemos que algunas de las jóvenes actrices de la ópera prima de Mitchell se han convertido en prostituta­s (en la ficción). Quería reflexiona­r sobre lo que ocurre cuando haces algo que te parece genuino, dulce, puro, y entra en contacto con un mundo cargado de oscuridad. Quería plantear lo que la industria

(del cine) puede hacerle a la gente.

El realizador de Míchigan no oculta su preocupaci­ón ante los impediment­os que pone Hollywood a que se hagan películas de autor de presupuest­o medio: Puedo disfrutar con un blockbuste­r pero me jode que pueda desaparece­r toda una franja de películas que exponen visiones personales del mundo. Para la realizació­n de Lo que esconde Silver Lake, Mitchell –director, guionista y productor del film– ha contado con el apoyo de la compañía A24, productora de éxitos indie como Moonlight (2016), Good Time (2017) o Lady Bird (2017).

Pop en vena. Pese a los múltiples misterios de Lo que esconde Silver Lake, en

la batidora referencia­l de Mitchell todo parece adquirir sentido, empezando por el reparto del film. Andrew Garfield, ex Hombre Araña, aparece en la película leyendo un cómic de The Amazing Spider-Man ( una feliz coincidenc­ia, según Mitchell, que eligió al actor antes de que se convirtier­a en héroe Marvel), mientras que Riley Keough, el objeto de deseo y perdición del protagonis­ta, apor- ta al film, como nieta de Elvis Presley, su propio linaje pop.

Más allá del cine,

Lo que esconde Silver Lake explora otras artes populares. La trama del film avanza gracias a la aparición de un fanzine llamado Bajo el lago Silver, que documenta mitos y leyendas negras de Los Ángeles. Yo escribí el guión de ese fanzine y mi mujer (Annie Mitchell), que es pintora, hizo el boce- to inicial, explica Mitchell.

Entonces buscamos a un dibujante de cómics y dimos con Milo Neuman. Nos encantó su humor y decidimos hacer varios cómics completos. Luego, Mitchell trabajó con Rich Vreeland (autor de la banda sonora de It Follows) para componer la canción

Turning Teeth, del grupo ficticio de glitter- pop Jesús y las novias de Drácula, que esconde nuevos mensajes secretos. Para Mitchell, la cultura pop es ahora la única cultura, un lago en el que todos nadamos. Pero hay cosas que están sucediendo, sin que nosotros lo sepamos, bajo la superficie visible…, una enigmática declaració­n que da cuenta del halo de frustració­n y tristeza que reside en las profundida­des de Lo que esconde Silver Lake. ESTRENO: 28 DICIEMBRE Under the Silver Lake (Estados Unidos, 2018, 139 min.). THRILLER.

PUEDO DISFRUTAR CON UN BLOCKBUSTE­R PERO ME JODE QUE DESAPAREZC­A UNA FRANJA DE FILMS QUE EXPONEN VISIONES PERSONALES DEL MUNDO” AQUELLO QUE AMAS EMERGE EN LO QUE HACES, AUNQUE NO ME INTERESA REGURGITAR MIS REFERENTES Y VOMITARLOS EN FORMA DE PELÍCULA”

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 ??  ?? Los Ángeles, una protagonis­ta más de la película.
Los Ángeles, una protagonis­ta más de la película.
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Andrew Garfield tras las huellas de la mujer que lo fascinó.
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Danielle Riley Keough, objeto de deseo del protagonis­ta.
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