PERSEGUIDA POR SU PASADO
‘Destroyer. Una mujer herida’. Thriller que podrían haber liderado Humphrey Bogart o Clint Eastwood… Pero lo hace una mujer, una agente de policía que expía sus culpas en un Los Ángeles lleno de malos recuerdos.
DE QUÉ VA: Erin (Nicole Kidman), una detective de Los Ángeles, debe enfrentarse a las consecuencias de una misión que realizó, años antes, como infiltrada en una red criminal.
Karyn Kusama es de las que ama a la gente por sus imperfecciones. Por eso se enamoró de la historia de Girlfight (2000). O de Æon Flux (2005) y Jennifer’s Body (2009). Y cayó rendida ante el guión de Phil Hay y Matt Manfredi en Destroyer. Una mujer herida.
Lo que no tuvo tan claro fue el fichaje de Kidman para el papel de Erin. Eso es lo maravilloso de Nicole. No solo se imaginó en el papel sino que fue capaz de hacerme ver lo que yo estaba buscando, reconoce ahora la realizadora. Si tuvo miedo, nunca me dejó verlo,
admira su directora. Si Nicole fuera McConaughey, este film sería su McConaissance, su momento de revelación como lo fue Dallas Buyers Club
(2013) para el texano. Y Karyn, su vehículo, una directora que asegura que hace lo que hace para trabajar con grandes actores. O para estar a su lado cuando encuentran su grandeza, añade. Ambas afirmaciones son ciertas en el trabajo de Kidman en esta cinta de escaso presupuesto que la estrella hizo posible cuando se sumó al proyecto… aunque su cara fuera otra: en el film, Kidman está irreconocible bajo un maquillaje que le deforma el rostro, con la piel quemada por el sol y su cuerpo destrozado por el insomnio, los recuerdos y la adicción. Transformación a la que se añadió un mes de entrenamiento militar con el equipo de especilistas de Nightcrawler (2014). Destroyer. Una mujer herida es un film en la senda de la reciente
Un profeta (2009) o, hace ya más años, de la que marcaron
Klute (1971) o Taxi Driver (1976), dice Kusama. Pero, esta vez, con Nicole Kidman. ESTRENO: 22 FEBRERO Destroyer (EE. UU., 2018, 120 min.).
THRILLER DRAMÁTICO.