Drama Criminal
★★★ ★★
White Boy Rick (EE. UU., 2018, 111 min.). Dir.:
Yann Demange. Int.: Matthew McConaughey, Richie Merritt, Jennifer Jason Leigh, Jonathan Majors, Bruce Dern. DRAMA CRIMINAL.
Desde su plano inaugural, en el que una sinuosa steady cam acompaña a una niña hasta el interior de una convención de venta de armas –un guiño a Uno de los nuestros (1990) y Boogie Nights (1997)–, White Boy Rick se presenta como un disciplinado homenaje al espíritu del Nuevo Hollywood de la década de 1970. Referentes como la aspereza cool de Sidney Lumet (con sus radiografías de mundos corruptos) y el nervio callejero de William Friedkin le vienen como anillo al dedo a esta recreación de la increíble historia de Richard Wershe Jr., un chaval de 15 años que se convirtió en informante del FBI en la decadente Detroit de los años 80.
A ratos, la nostalgia cinéfila convierte White Boy Rick en un compendio de manierismos un tanto afectados, del preciosismo de los encuadres al exceso de
histerismo (gestos que hacen pensar en el cine de David O. Russell). Sin embargo, el temperamento ocasionalmente desmesurado del film se ve contrapesado por la presencia impagable de McConaughey, eterno portavoz del pensamiento positivo en condiciones adversas, el hombre de los monólogos iluminados y las palabras arrastradas (¡quién no querría dejarse embaucar por él!). Como el padre del protagonista, el actor texano compone una oda al calor del espíritu familiar que resulta simplemente desarmante.
Lo mejor: las luces y sombras del personaje de Matthew McConaughey.
Lo peor: la cinefilia parece limitar la creatividad del film. PARA FANS DE LAS CRÓNICAS CRIMINALES DE POCA MONTA.