QUE USTED LO MATE BIEN
√ El Infierno de la Divina Comedia
de Dante deviene infernal comedia de divo dantesca en las pérfidas manos de un desequilibrado genial como Lars von Trier. La casa de Jack es un festival de maldades y crueldades, un auto sacramental de un autor inclasificable que se ríe de todo lo que hoy es carne de autocensura.
Lydia Mariscal (vía e-mail).
√ La casa de Jack confirma la clase de personaje que es Lars von Trier: un provocador que a la hora de la verdad pide perdón con cara de ese niño travieso que se sabe el favorito de mamá (léase los críticos de cine) y que será perdonado hasta la próxima travesura. Llena de mal gusto, misógina y pedante, espero que este sea el epitafio de su director. Natalia Grandy (vía Facebook).
√ Comprendo que La casa de Jack
moleste e incluso ofenda al espectador, aunque si alguien esperaba otra cosa de Lars von Trier iba muy desencaminado. A la postre una comedia manierista, hay que tomársela como lo que es: un elogio en arte y ensayo a aquello que escribiera Thomas de Quincey: el asesinato considerado como una de las bellas artes. César Ouro (A Coruña).
CONTESTA MR. BELVEDERE
Me ha gustado esa definición de Lars von Trier como niño travieso. Y repelente a veces también.
La casa de Jack es su peculiar manera de justificar su carácter agitador y de buscar cierta redención identificándose con ese psicopático y divertido Matt Dillon, muy en modo Jim Carrey. Memorable el público riendo con lo del niño y quejándose por lo del patito.