Fotogramas

Edward Norton, por Huérfanos de Brooklyn.

Un asesinato. Una ciudad al borde del colapso. Corrupción, mentiras, engaños. Y, en el centro de todo, un personaje que Edward Norton ha querido interpreta­r desde hace 20 años y que lo ha llevado detrás de las cámaras para escribir y dirigir ‘Huérfanos de

- Por R. S. (Londres).

DE QUÉ VA:

Nueva York, años 50. Lionel Essrog (Edward Norton), un solitario detective privado aquejado de síndrome de Tourette, investiga el asesinato de Frank Minna (Bruce Willis), su mentor y único amigo. El caso se complicará cuando destape una trama de corrupción.

Aveces, te encuentras con un personaje que te hace decir: Este es para mí. Quiero construirl­o desde cero, hacerlo mío, llevarlo a la pantalla tal y como yo lo veo. Eso es lo que me pasó con Lionel desde la primera vez que leí la novela de Jonathan Lethem. Y mira, aquí estamos casi 20 años después. A Edward Norton (Boston, Massachuse­tts, 1969) se le iluminan los ojos cuando habla a FOTOGRAMAS de Lionel Essrog, el detective con síndrome de Tourette –un trastorno neurológic­o que, en el caso que nos ocupa, se manifiesta con todo tipo de tics involuntar­ios, desde movimiento­s faciales hasta insultos y frases dichas sin querer– que protagoniz­a Huérfanos de Brooklyn. Este noir de manual es el segundo largo como director de Norton, un proyecto pasional que le ha obsesionad­o las últimas dos décadas. Bueno, tanto como obsesionad­o… Diría que ha pasado por distintas fases, apunta corrigiénd­onos, pero siempre ha estado ahí. En todo proceso artístico, la gestación es muy importante. El tiempo que pasa, cómo se va ordenando tu vida alrededor del proyecto y viceversa se traslada y afecta a la obra. Cuando me hice con los derechos del libro de Jonathan [publicado en España por Random House], ya sabía que iba a dejar que respirara durante un tiempo porque tenían que pasar unos años y hacerme mayor, pues sus protagonis­tas son gente que tienen más pasado que futuro.

Pero Lionel nunca se fue. De hecho, Jonathan me dijo que la trama fue en realidad una excusa para escribir sobre este detective. Pregúntale a cualquiera que lo haya leído. Lo primero que te explicará del libro es que su protagonis­ta es un detective con síndrome de Tourette y, sin embargo, una mente prodigiosa.

LA CIUDAD DE LOS PRODIGIOS

Además de regalarse uno de los personajes más queridos de mi carrera, Norton vio en Huérfanos de Brooklyn la oportunida­d de sumergirse en un género que le apasiona, el cine negro, y aportar un personalís­imo comentario sobre la historia reciente de los Estados Unidos. Y en eso, el tiempo, por partida doble, jugó un papel clave. De entrada, y tras comentarlo con Jonathan y darme él su bendición, trasladé la trama de los años 90 a los años 50. No lo hice como un guiño narrativo retro, sino porque pese a que en la novela tie

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain