ARTEMIS FOWL. Aventuras.
Kenneth Branagh y su...
Pero, ¿quién es ‘Artemis Fowl’? ¿Qué quiere? ¿Cómo se las apaña para enfrentarse, y con éxito, a trolls, hadas, goblins y demás criaturas fantásticas? Kenneth Branagh, director de la adaptación de la primera de las ocho novelas que forman la saga literaria juvenil del irlandés Eoin Colfer, nos contesta estos interrogantes, a la vez que se abre otro: ¿podrá este niño prodigio del crimen heredar el imperio de Harry Potter?
DE QUÉ VA:
Cuando su padre desaparece misteriosamente, Artemis Fowl, un niño de 12 años y el mayor intelecto de su generación, descubre dos cosas. La primera, que los seres mágicos de los cuentos y leyendas son reales. Y la segunda, que deberá convertirse en un genio del crimen para rescatar a su padre.
“CUANDO EN UNA HISTORIA HAY ALGO MÁGICO, SE LA COMPARA CON HARRY POTTER. ARTEMIS FOWL TIENE UN PUNTO ANÁRQUICO Y LUNÁTICO MUY IRLANDÉS”.
Quizá no haya oído hablar nunca de Artemis Fowl, pero sus sobrinos de 12 años –si es que usted, lector, tiene sobrinos de 12 años– puede que sí lo hayan hecho. Si es así, ellos le explicarían que es el protagonista de una saga literaria fantástica escrita por el irlandés Eoin Colfer. Y que cuando empezó todo, Artemis también tenía 12 años, como ellos. O que es, como desde varias generaciones han sido todos los miembros de su familia, el enlace de nuestra tierra mundana con un mundo escondido en el que viven seres mágicos y mitológicos. Y también le dirían, y eso es importante, que a Artemis, con el intelecto de un Einstein, lo de hacer el bien y luchar para que la justicia y la paz prevalezcan no le va mucho. Al contrario, Artemis siempre ha querido ser el villano de la historia y no duda en secuestrar, robar o llevar a cabo cualquier fechoría para salirse con la suya: quedarse con el oro de las criaturas mágicas para financiar su imperio criminal. Todo esto es lo que mis sobrinos Will y Sam me contaron un verano, estando de vacaciones, nos dice Kenneth Branagh (Belfast, Irlanda del Norte, 1960), director de la puesta de largo de las fechorías del joven Fowl, en un encuentro virtual. Estaban enganchados a las novelas, y cuando por esas cosas que tiene el azar poco después me llamaron de Disney para preguntarme si me interesaría trabajar en la adaptación, ya estaba al tanto de todo. Imagínate la Jungla de Cristal, pero con hadas, elfos y goblins. Y que en lugar de seguir a John McClane , siguiéramos a Hans Gruber… Pero siendo un chaval, vestido de traje como si fuera el malo de una película de James Bond. Añádele el peso de todo lo que es irlandés en el proyecto, desde la conexión con el folclore, las leyendas y cuentos tradicionales, o que a un irlandés lo que más le gusta es contar una historia, y ya lo tienes. Quería ser yo quien presentara a Artemis al público.
PERO, ¿QUIÉN HABLÓ DE HARRY?
Para conseguirlo, Branagh necesitaba dar con el chaval adecuado. Artemis es listo, así que teníamos que encontrar a un niño que solo verlo pensaras que lo es. Y que fuera divertido, que tuviera el sentido de la aventura de las novelas. Además, queríamos que fuera irlandés, peinamos toda la isla en busca de nuestro Artemis unos 18 meses de búsqueda y debimos de ver a unos 1.200 chavales, cuenta el director. Y así fue cómo dieron con Ferdia Shaw, nieto del actor Robert Shaw, que tiene esa mirada de chico listo que buscábamos, sigue el director. Colin Farrell, en el papel del patriarca Fowl, y Lara McDonnell, quien tras encabezar el musical
Matilda en el West End encarna a Holly Canija, una de las oficiales del cuerpo de policía del mundo de las hadas, completan las nuevas incorporaciones a la troupe recurrente de Branagh. De su compañía de reparto esta vez repiten Nonso Anozie (Cenicienta), Josh Gad (Asesinato en el Orient Express) y Judi Dench. Desde que empecé en el cine con Enrique V (1989), es nuestra quinta película juntos, cuenta el cineasta.
Y si al espectador le sorprende verla en una cinta así, no os podéis ni imaginar la sorpresa que se llevó ella cuando se lo propuse, bromea sobre uno de los cambios respecto a la novela: el rol de Dench, la Comandante Root, en la saga literaria es un hombre. Judi le da un punto churchilliano que va muy bien al personaje, apunta Branagh, confiado en el resto de variaciones de un guion en el que ha participado, entre otros, Michael Goldenberg (Harry Potter y la Orden del Fénix). Cuando en una historia hay algo remotamente mágico, más tarde o más temprano sale la comparación con Harry Potter, justifica el que fuera Gilderoy Lockhart en la adaptación de la saga de J.K. Rowling. Pero Artemis Fowl no opta por un tono gótico, sino que cuenta la magia a la irlandesa, como si fuera algo completamente natural, con un punto anárquico y lunático, algo también muy irlandés y muy de mi gusto. Lo de Harry Potter es algo absolutamente excepcional, sigue.
Amigos míos tenían que acompañar a sus hijos a las librerías la noche que lanzaban un nuevo volumen, que, ade
más, cada vez era más largo. Su impacto cultural fue único.
ESPECTÁCULOS Y PLATAFORMAS
Hace tiempo, cuando estuvimos dándole vueltas a un proyecto que al final no salió, Steven me escribió una carta hablándome justo de esto, explica Branagh cuando le preguntamos si, como a veces debe hacer Spielberg cuando encadena La lista de Schindler (1993) con Jurassic Park (1993), él siente que tiene que explicarse por pasar de adaptar a Shakespeare a dirigir grandes espectáculos como Thor (2011) o Cenicienta (2015). Me decía que son películas que se complementan, que es necesario pasar de unas a otras. Yo también lo siento así, porque nuestros intereses son también diversos. Es como resetear nuestra paleta creativa… Imagínate qué pasaría si solo rodaras cosas del estilo de La lista de Schindler. A la tercera acabarías encerrándote en una habitación oscura durante un buen tiempo. Para mí, que venía de dirigir una cinta sobre el último año de vida de Shakespeare, dice sobre All Is True (2018), es como el yin y el yang. Me ha permitido hacer algo que conecta con la emoción de las historias de Indiana Jones o esas películas que de niño veíamos los sábados por la mañana. Si el público conecta con esa sensación y tiene ganas de más aventuras, quizás se hagan más películas, expone seguro de que el estreno digital, en lugar del convencional en sala, no supone un problema: Las plataformas no son el futuro, ya son nuestro presente. Por una serie de circunstancias, primero Artemis Fowl acaba llegando a la sala de estar familiar, que es su espacio natural dado el público al que va dirigida. Si sirve de algo, mis sobrinos Will y Sam con los que hace seis años empezó todo no pueden estar más emocionados.