UNA CHICA MUY PELIGROSA ‘El escándalo de Christine Keeler’.
El caso Profumo, que acabó con todo un gobierno, regresa a la pantalla. Sophie Cookson explica su absoluta vigencia.
El precio del poder. Siempre soñé con mi príncipe azul y un día conocí a John Profumo, dice Christine Keeler en los primeros minutos de esta miniserie de seis episodios, producida por la BBC One, que llega a COSMO después de saldar con éxito, de público y crítica, su estreno en el Reino Unido. Christine, una corista del Murray’s Cabaret Club del Soho y que, en esta producción escrita por Amanda Coe, tiene el rostro de Sophie Cookson (Haywards Heath, Inglaterra, 1990), es descubierta en la piscina de la mansión Cliveden House de Lord Astor (Michael Maloney) por John Profumo (Ben Miles), ministro de la Guerra inglés. Así arrancaba lo que llegaría a ser el caso Profumo, un terremoto político que sacudió Inglaterra en 1963 y que contenía todos los ingredientes necesarios para un escándalo… o una serie en prime time: sexo, aristocracia, espionaje y corrupción. El ministro tuvo una aventura extraconyugal con Keeler, quien, a su vez, mantenía una relación con el espía soviético Yevgeny Ivanov. La polémica llegó a salpicar a Felipe, duque de Edinburgo y marido de la reina Isabel II. Cookson, a quien hemos visto en la serie Gypsy o en el film Kingsman: Servicio secreto (M. Vaughn 2014), explica a FOTOGRAMAS el éxito de la producción que refleja esta historia: Fue una suerte estrenar cuando lo hicimos, dice de las pasadas Navidades cuando se lanzó en el Reino
Unido, porque cada día saltaban noticias de nuevas polémicas políticas y el caso Profumo se sentía muy actual. En algunos aspectos, hemos progresado, pero lamentablemente en otros hemos cambiado muy poco, como el feminismo. Era, pues, el momento de contar una historia así desde el punto de vista de ellas. Exacto, confirma la actriz. Su voz y lo que narra tienen mucho que ver con la situación de mi país, pero también del mundo. Además, es una ficción tan visualmente suntuosa que puede interesar a cualquier tipo de audiencia.
Un personaje casi aterrador. Toda la acción de la serie gira alrededor de Christine Keeler, sus cambios de humor y sus calculadas relaciones sentimentales. Una presencia constante en pantalla que implica también un enorme compromiso: Tenía la confianza del productor Douglas Rae, que me quería solo a mí en el proyecto, y además sabía, desde que leí los guiones de Amanda (BAFTA
El ministro Profumo (Ben Miles) en el Parlamento.
“TODOS ENTENDIERON RÁPIDO A LOS HOMBRES, PERO NADIE SE PUSO EN LA PIEL DE CHRISTINE, ASÍ QUE ESTA SERIE EQUILIBRA LA BALANZA, POR FIN”.