El jardín secreto
★★★ ★★
The Secret Garden
Dir.:
DRAMA FANTÁSTICO.
Es curioso que una novela tan lejos de constituir un éxito para su autora, Frances Hodgson Burnett, se haya adaptado tanto, siendo más recordada que su célebre y cursi Pequeño Lord. Es difícil con material tan hermoso hacer una mala película y aunque esta versión es inferior a la de Agnieszka Holland de 1993, cumple ★★★ ★★ Nekrotronic
DInt.:
Int.:
CIENCIA FICCIÓN.
Dir.:
emonios viajando por la fibra óptica y la red 4G en busca de almas y una milenaria estirpe de cazadores de espíritus que ponen todas sus esperanzas en un elegido que acaba de descubrir su misión en la vida. Esta es la delirante premisa del segundo largo como director de Kiah Roache-Turner, autor del guion junto a su hermano Tristan, y también la barrera que los espectadores deberán salvar para entrar en la propuesta. Si se hace, y se participa del gamberrismo y amor por el cine de los 80 de sus creadores, Nekrotronic es un festival hilarante cargado de carcajadas, sorpresas, citas y homenajes.
Así, Roache-Turner pasa por su particular picadora clásicos del género como Un hombre lobo americano en Londres (J. Landis, 1981), Posesión infernal (S. Raimi, 1981), ofreciéndonos su extraña historia, llena de la magia singular de unas infancias que solo pueden suceder en la Inglaterra de nuestros sueños y pesadillas. Lo más destacado: su aire siniestro. El jardín secreto siempre ha tenido la oscura atmósfera de las Brontë, convertida en luminosa alegoría pagana de la eterna juventud y el poder sanador de la naturaleza.
Es el contraste entre su tono gótico y el et in Arcadia ego de la infancia perdida el que le da su riqueza. Sobran los nuevos elementos inclusivos y de corte feminista, que nada aportan. Colin Firth, que participara en la versión para televisión de 1987, funciona, los decorados naturales resaltan sobre lo digital y el espíritu dionisíaco triunfa de nuevo.
Lo mejor: su fidelidad al espíritu de la obra. Lo peor: su innecesario aggiornamento.
ESTRENO: 14 AGOSTO