LA CANCIÓN QUE SOLO QUISO ENTONAR UNA VEZ
Solo en una ocasión se puso Frank Sinatra tras la cámara con Todos eran valientes (1965). Y logró con ella algo inédito hasta ese momento: que Estados Unidos y
Japón se unieran en una coproducción. La película narra la tensa convivencia durante la II Guerra Mundial entre un grupo de marines y un pelotón japonés en una pequeña isla del Pacífico. El film no cosechó grandes críticas, pero fue innegablemente audaz en la propuesta de narrar un mismo suceso bélico desde el punto de vista de unos y otros. Algo similar a lo que 40 años después haría Clint Eastwood en Banderas de nuestros padres Cartas desde Iwo Jima. También descubrió a un joven John Williams como autor de la banda sonora.
Durante el rodaje en Hawái estuvo a punto de ahogarse en un remolino del que lo rescató el productor Howard W. Koch. Tal vez por eso nunca volvió a dirigir cine.
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