“
Soy un bufón, pero uno muy profesional. Puedes confiar en que mis volteretas serán las más payasas.
obsesión del español medio por el pan de espelta y la cultura healthy se lleva su dardito…
Es como un timo en el que caemos sistemáticamente. Mi generación creció tomando aceite de girasol porque decían que el de oliva obstruía las arterias. ¿No será que había excedente de producción? Dicho lo cual ahora tomo omega 3 y omega 9 para no inflamarme…
Los conflictos con la adolescencia siguen trayendo de cabeza al protagonista. ¿Recuerda la suya?
Fui un adolescente raro, me caían bien mis padres y les hacía caso. Hoy miro con inquietud la de mis hijas porque puede que sean como yo o como mis amigos que mentían a sus padres constantemente… ¡Las mato! (risas).
Esta saga da para mucho: el primer novio…
Que un señor de hoy en día pregunte a un chaval qué intenciones tienes con mi hija, refleja que el choque generacional nunca termina. Y también que cuando te conviertes en padre, de algún modo te posee el espíritu de los tuyos. Yo me sorprendo diciéndoles a mis hijas ‘frases de padre’ y me imagino que ellas en el futuro repetirán mis mierdas. Y claro, añadirán ¡poneos las mascarillas!
En el tira y afloja entre los sexos, el amplísimo universo femenino de su film luce más espabilado que el masculino.
El protagonista es un torpe, sí. Pero un torpe ‘enterao’. Yo creo que en la paternidad no lo soy tanto. Torpe, digo. Pero conozco a muchos hombres que ponen mucho interés y no les salen las cosas. Enseñar eso es divertidísimo.
¿Cuándo se dio cuenta de que en sus hijas había talento?
En Calma se lo vi enseguida. Ha estado en Torrente 4,