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guien que quiere que lo quieran y que busca gustar.

Es que es así. Quieres ser querido. Pero aunque parezca un ‘Peterpan’ aún me gusta más ver a la gente feliz. Y si lo provoco yo ¡doblemente! Cuando decía una parida y se reían cinco amigos me sentía bien. Es como lo que comento de los orgasmos: si yo no tengo ninguno y mi pareja tiene cinco, me voy feliz. En el caso inverso, me quedo frustrado. Pues en materia de humor, yo me río poco. No es fácil provocarme la carcajada, y si lo consiguen, me duelen las costillas porque no estoy acostumbrado.

¿Y quién logra ese imposible?

Cañita Brava. La gente disparatada. A Woody Allen, sobre todo el del principio, puedo escucharlo con un gesto amable o sonriendo todo el rato porque acaricia mi cerebro. Pero el exabrupto inesperado es impresionante.

Esto rompe con la idea de que para usted la felicidad solo va ligada al hecho de reventar la taquilla.

Por suerte las mías han ido bien. En Francia, que son más elegantes, miden el éxito de una película por el número de espectadores. En España, por los euros. A mí me gusta más lo primero. Lo otro siempre es relativo y me violenta porque la gente cree que esos 17 millones recaudados van a mi bolsillo.

¿Como Pedro Sánchez en los Goya?

(Risas) Eso fue muy absurdo. Creí que venía a felicitarme… Y no, me habló de Hacienda.¡Otra vez! Pero es que además todo lo que he invertido en cine que no fuera en el mío, siempre lo he perdido. Por eso ya no produzco solo.

La línea que separa tener repercusión con ser importante es muy fina y a usted últimamente lo han tratado como a un líder de opinión por culpa de sus tuits.

¡Es que me descojono! Lo que soy es un ‘pim, pam, pum’. Abro la boca y me caen hostias de todos lados. Así que de líder nada. Y mucho menos de opinión. Ser famosillo no me da entidad ni me capacita para hablar de todo. Pero es que tampoco quiero. Tengo pudor porque sé que mi papel en la vida es ser el bálsamo de la risa. Estoy muy a gusto en él, lo disfruto. Por eso vivo con insomnio y ansiedad la indecisión de la fecha de estreno de mi película. Necesitamos ya la evasión que da el cine, el humor. Eso sé bien cómo se hace así que ¿para qué esperar? Vamos a por ello.