LA FAMILIA Y UNO MÁS ‘Padre no hay más que uno 2. La llegada de la suegra’.
Esta nueva comedia de Santiago Segura recupera a los personajes que hicieron de ‘Padre no hay más que uno’ la película más taquillera de 2019, y vuelve a enfrentar a su protagonista con una vida cotidiana que lo supera. Toni Acosta, que retoma el papel de
Javier, el atribulado cabeza de familia de Padre no hay más que uno, tiene que hacerse cargo de nuevo de sus cinco hijos cuando su mujer se queda embarazada. Tarea en la que lo ayudará, más o menos, su suegra.
Embarazo inesperado. Prefiero un padre omnipresente que uno que esté ausente. Las mujeres, las madres, tenemos que aprender a delegar, que es lo que acababa por aceptar Marisa, mi personaje, en Padre no hay más que uno, opina Toni Acosta. Si en esa película eran las vacaciones caribeñas que se tomaba con su cuñada (Silvia Abril) la causa de que su marido,
Javier (Santiago Segura), tuviera que hacerse cargo de sus cinco hijos, en esta secuela es su inesperado embarazo el que provocará una nueva crisis familiar. Será la suya una gestación de riesgo que la obligará a guardar reposo, y Javier deberá tomar otra vez las riendas del hogar. Él se ve capaz de gestionarlo todo, pero ella sabe lo que se le viene encima. No se fía de que sea capaz de salir victorioso de esta nueva prueba y recurre a su madre, Milagros (Loles León), para que le eche una mano en la tarea; y esta se planta en la casa con su perro, José Luis.
Suegra muy suegra. Es muy divertida la relación que se establece entre Milagros y Javier, muy del tópico suegra-yerno. Loles está impresionante. Esta película la devuelve a un tipo de comedia en el que ella es una diosa. No habíamos coincidido hasta ahora y reconozco que ha sido un placer y un aprendizaje verla trabajar. No es fácil hacerlo con tanto niño a la vez, pero ella se los ha ganado a todos. La mayor diferencia entre esta madre que encarna Toni en esta saga y otras que ha interpretado en su carrera, como la de Señoras del (h)AMPA, la serie de Telecinco de la que rueda en este momento su segunda temporada, la marca su condición de madre de familia numerosa. Cuando me propuso Santi (Santiago Segura) el papel le dije: ¿Pero cómo va a tener tantos hijos? Luego observé a mi alrededor, incluso reparé en unos vecinos que son padres justo de cinco, y me dije: Ves, las familias numerosas existen aún.
Reencuentro con los chavales. Repiten los personajes del film anterior, incluidos los cuñados (Silvia Abril y Leo Harlem); la asistenta peruana, Rosaura (Wendy Ramos), y por supuesto los chavales, a cargo de Martina Valeria de Antioquía, Carlos González Morollón, Luna Fulgencio, y Calma y Sirena
Segura. El reencuentro ha sido maravilloso, cuenta Acosta. Lo complicado de trabajar con críos es que no puedes hacerles sentir que están en un ambiente laboral, para que no pierdan la frescura, pero hay que cumplir a la vez con un plan de rodaje. Un equilibrio en el que veo el arte de Santi, que maneja el mundo infantil como nadie. Formamos un buen equipo, porque tenemos energías muy diferentes, que se complementan bien. Cine familiar con el sello Segura. El guion, de Segura con Marta González de Vega, su colaboradora desde Sin rodeos (2018), pondrá a Javier y sus hijos en nuevas situaciones comprometidas con las que es fácil identificarse por cotidianas, como ir de campamento, asistir a una celebración o lidiar con una hija adolescente. En la primera película había algo que me gustó mucho, y que se repite en esta, que es lo incorrecto que es el personaje de Javier, que se atreve, por ejemplo, a decirle a sus hijos que son unos pesados. Esto es algo que no abunda en la ficción, que suele ser más correcta por el qué dirán. El acierto de Santi ha sido recuperar un cine familiar, que estaba muy olvidado, con el que pueden reírse hijos, padres y abuelos, cada cual de cosas distintas, pero disfrutándolo juntos. ESTRENO PREVISTO: AGOSTO
Padre no hay más que uno 2. La llegada de la suegra COMEDIA.