Angelina Jolie,
Hablamos en exclusiva con una de las actrices más relevantes en Hollywood en las últimas dos décadas. A una carrera que dura 25 años ha unido una ambiciosa faceta como directora, una perseverante labor humanitaria y una particular manera de ejercer la maternidad. Todo ello, y su unión y desunión con Brad Pitt, la han convertido en el gran icono de la industria en este siglo. Ahora estrena ‘Aquellos que desean mi muerte’, un thriller en el que interpreta a una bombera de élite.
Es medianoche en España, las tres de la tarde en Los Ángeles, cuando suena el teléfono y al otro lado de la línea escuchamos la voz de Angelina Jolie. Hola, ¿cómo estás?¿Es buena hora para hacer la entrevista?, dice. No mucho, pero dado que esta es una de las poquísimas que va a dar en toda Europa y que ella es Angelina Jolie, no podemos evitar decirle que fantástico. Está en su casa, una mansión de 1913 donde en su día vivió Cecil B. DeMille, demostrando que forma parte de la verdadera realeza de Hollywood. Desde allí, donde pasó el confinamiento junto a sus seis hijos, nos habla de su nueva película, Aquellos que desean mi muerte. Se trata de un thriller que dirige Taylor Sheridan (Wind River), guionista de Sicario (Denis Villeneuve, 2015) o Comanchería (David Mackenzie, 2016), donde da vida a una bombera forestal que debe proteger a un niño de sus captores en medio de un terrible incendio. La rodó hace dos años, apenas unos meses antes de embarcarse en la aventura de Los Eternos, dirigida por Chloé Zhao (Nomadland), cuyo estreno está previsto para noviembre de este año. Acepté el papel para apoyar su visión del universo Marvel, muy comprometida con ampliar la manera en la que vemos a los superhéroes. Correr por ahí con un mono dorado no es lo que imaginaba que serían mis 40, afirmaba recientemente.
Tiene 45, y lleva en la interpretación desde los 20 (sin contar su aparición en Intento de fuga, en la que trabajó junto a su padre, Jon Voight, cuando solo tenía 7 años) y ha dirigido cuatro películas. Reconoce que los últimos tiempos han sido duros en lo personal y que ha dedicado la mayor parte de su tiempo a estar con sus hijos, pero afirma que ya está empezando a recuperar las energías de antaño. De hecho, está embarcada en su próximo proyecto como directora, la biografía del fotorreportero de guerra Don McCullin, a quien muy probablemente dará vida Tom Hardy.
UN EJEMPLO PARA MUCHOS
Angelina para mí es una heroína, la veo como un modelo de cómo tener una vida plena y una carrera completa al mismo tiempo. Admiro también todo el trabajo que hace y cómo utiliza su profesión de actriz para ser un agente de cambio en el mundo, dice de ella la actriz Medina Senghore, compañera de reparto en Aquellos que desean mi muerte, sobre la que versa nuestra conversación con Jolie.
¿Qué vamos a encontrar en esta película?
Es un thriller que juega con temas de supervivencia y redención, en el que se produce una especie de cacería porque a un niño le han sucedido cosas terribles… La verdad es que no estoy segura de si puedo contar tanto, eres la primera persona con la que hablo de esta película y no sé si estoy diciendo demasiado. Básicamente hay
“Hay una cosa que tengo clara: yo no interpreto a víctimas. No está en mi espíritu. Me dicen que siempre asumo papeles de mujeres fuertes, pero lo que hago es dar vida a mujeres que luchan”.
dos asesinos que tratan de encontrar al niño y además, entran en juego los elementos de la naturaleza en forma de un enorme fuego. Pero es una película sobre las personas. Quien conozca los guiones de Taylor reconocerá ese tipo de diálogos largos, pero con frases cortas con los que crea un retrato de América y de estos personajes.
El suyo es una mujer fuerte, pero también muy herida.
¿Por qué le interesa este personaje?
Muchas mujeres fuertes están también muy heridas. Yo soy una de ellas. La fuerza generalmente viene de algún momento en tu vida en el que te has sentido sola y has tenido que encontrarte a ti misma. Estamos en una industria en la que ya no es una cuestión de potencia, sino de supervivencia, y eso es interesante. Vemos personajes, especialmente femeninos, en los que queremos a mujeres resistentes y, además, que sean perfectas. Pero lo que hace a una mujer realmente fuerte es haber vencido sus miedos, superado sus traumas, haber pasado por encima de sus demonios y obstáculos. Y eso no quiere decir que sean las más fuertes, simplemente van tirando para adelante.
¿Protagonizar esta película es una manera de homenajearlas?
Siento un enorme respeto y tengo en un lugar especial en el corazón a todas las mujeres que están en primera línea de los diferentes servicios. Así que he tratado de mostrar con mucha admiración qué hace una mujer bombera. Muchos de mis mejores amigos son gente que trabaja sobre el terreno, que tiene una vida de servicio a los demás, y creo que merecen que pensemos en ellos y les rindamos tributo.
INSTINTO MATERNAL EN PANTALLA
En la película llega a arriesgar su propia vida para salvar la del niño. ¿Pensaba en sus propios hijos durante el rodaje?
Por supuesto, es normal. Como artistas siempre tiramos de lo que tenemos. Y todos, absolutamente todos los padres que conozco, caminarían en el fuego por sus hijos. Metafórica y literalmente si hiciera falta. Cuando entendí que mi personaje iba de mantener a ese niño con vida di un giro en mi manera de interpretarlo. Fue complicado porque ella no es nada maternal, es ese tipo de persona que no se siente cómoda con los niños. Y yo tuve que ajustar muchas cosas en mis escenas con Finn Little, que es un actor estupendo, porque me salía hablarle con ese instinto de mujer y madre que tengo, y que se ve en la manera en que lo tocas
y le hablas. Pero en esta ocasión tenía que acercarme a él de otra manera.
¿Qué le hace regresar ahora al cine de acción con papeles como el de Los Eternos o este?
Los Eternos es una película de acción, definitivamente, y ha sido muy divertido estar en ella. Esta, aunque es muy física, es más un thriller.
Lleva a sus espaldas 25 años como actriz, 20 trabajando con la ONU, ha dirigido, es madre de seis hijos… ¿Le resulta más fácil ahora que hace 20 años interpretar a cierto tipo de mujeres fuertes?
Imagino que sí. ¡He cambiado tanto en estas décadas desde que empecé a trabajar! Creo que con el tiempo todas las mujeres, todas las personas, crecemos, y eso hace que tengamos más que ofrecer. Para ser honesta, los últimos años me he dedicado sobre todo a estar en casa con mi familia y a dirigir. Cuando vuelves a interpretar incorporas cosas diferentes. Imagino que cuando eres joven vas buscando respuestas, pero después la vida te golpea de muchas maneras y cargas con un peso distinto a medida que te vas haciendo mayor.
Interpretar a mujeres duras ha sido una constante en su carrera. ¿Es porque solo le han ofrecido este tipo de papeles o porque son los que siempre ha elegido?
Me lo han dicho mucho y la verdad es que no lo sé. Hay una cosa que sí tengo clara: yo no interpreto a víctimas. Es algo que no está en mi espíritu. La gente me dice que siempre asumo papeles de mujeres con carácter, pero siento que lo que hago es dar vida a mujeres que luchan, que están extremadamente heridas por algo, y tienen una enorme profundidad en ese sentido. Pelean y tienen que vivir con todo eso, así que creo que no son necesariamente fuertes, sino personas que mantienen una lucha interna. Y creo que, con todo lo bueno y todo lo malo, yo también tengo esa lucha.
Imagino que ha conocido a muchas mujeres admirables a lo largo de sus viajes y su trabajo humanitario. ¿Qué experiencia la ha marcado más y quiénes de ellas han dejado más huella en usted? Las que he conocido en los campos de refugiados y desplazados. He tenido el honor de trabajar con supervivientes de conflictos que están viviendo con un dolor inconmensurable y acarreando terribles pérdidas, arrancados de familias que fueron asesinadas o que ellas mismas han sufrido ataques, que han perdido su casa, lo han perdido todo. Pero en medio de ninguna parte, consiguen construir un hogar en una tienda de campaña, mantienen su dignidad y siguen peleando por dar una educación y un futuro a sus hijos. Siguen adelante pensando en sus niños, que a menudo ya han visto demasiado. He conocido a abuelas que crian a sus nietos después de que asesinaran a sus padres, y resisten cada día de su vida por ellos. Todo esto me ha conectado mucho con una realidad muy diferente a la mía.
UNA AMISTAD DE OSCAR
Publicó en la revista Time una entrevista que hizo a Jasmila Zbanic, directora bosnia de la película Quo vadis, Aida?, que está nominada al Oscar. Su primer trabajo como directora abordaba un asunto similar. ¿Qué tienen ambas en común?
Nos conocemos mucho y la admiro enormemente por la vida que ha tenido y por el trabajo que hace. No me atrevería a decir que tenemos nada en común. Yo también hice una película sobre Bosnia, pero ella ha contado su vida, yo no contaba la mía. Es la misma situación sobre un mismo lugar y conflicto, pero son historias distintas. Aunque siento que ponemos la mente y el corazón en un mismo sitio. Las dos compartíamos la intención no solo de contar estas historias sino de hacerlo de una manera que nos asegurase que llegaban a la gente y eran comprendidas, y todo se centraba en el aspecto humano, en las personas que aparecían en estas películas.
¿Qué futuro augura a las mujeres a la hora de contar historias y qué cambios cree que se producirán en los próximos años?
Creo firmemente que las mujeres somos valientes y espero que en el futuro tengamos una mayor presencia como líderes. Porque estamos viendo países, como Afganistán o Turquía, donde los derechos de las mujeres están retrocediendo. Pienso que, ahora más que nunca, es el momento de decir no solo que las mujeres tenemos mucho que aportar, que por supuesto, sino de asegurarnos de que no perdemos aquello que ya hemos ganado y que ahora está de nuevo en riesgo.
“Imagino que cuando eres joven vas buscando respuestas, pero después la vida te golpea de muchas maneras y cargas con un peso distinto a medida que te haces mayor”.