Ricardo Gómez,
Desde que hace tres años decidió abandonar la serie más longeva, exitosa y premiada de nuestro país, previa nominación al Goya Revelación por ‘1898. Los últimos de Filipinas’, se ha curtido en las tablas (‘Rojo’, ‘Mammón’, ‘La Orestíada’). Ricardo Gómez nos habla de evolución y arrojo, de su protagonista en el film ‘Mía y Moi’ y de todo lo que está por venir.
Apenas unas horas antes de comenzar el rodaje de su nueva película, La casa entre los cactus (ópera prima de Carlota González-Adrio), el pequeño de los Alcántara, que creció con la serie en la que trabajó 17 años
(Cuéntame cómo pasó) y abandonó para complicarse la vida en el teatro, convence con la valentía con que habla de su afán por descubrir (y descubrirse). Aquel trabajo lo dejó a pesar de no tener colchón sobre el que amortiguar los golpes, una osadía con recompensa a juzgar por la cantidad de proyectos en marcha. A Ricardo Gómez (Madrid, 1994) le han cundido sus 27 años. Inolvidable. Que su representante lo dirija en un film (Mía y Moi) y que sea su mano derecha protagonizándolo y coproduciéndolo incita a querer saber cómo y por qué. En la primera reunión que tuve con Borja (de la Vega) hace
9 años, donde hablamos de representante a representado, me confesó que su sueño era dirigir. Compartimos gustos cinematográficos y hemos ido viendo cómo nuestros lugares comunes se iban afianzando. Sin embargo, ¡es tan fácil estrellarse contra el muro de la industria! Cuando tuvo la idea clara fuimos a por ello, con calma. La condición que puso fue que Bruna (Cusí) y yo fuéramos los hermanos protagonistas. Aceptamos el reto (¡como para no aceptar con ella, que es una de las mejores actrices de este país!). Un año después (agosto de 2019) nos encerramos 25 personas frente a la localización, en un pueblo a las afueras de Barcelona (Piera). Durante 4 semanas nos convertimos en Mía y Moi, dos hermanos que han vivido el mismo tormento y que se protegen contra viento y marea. Es el trabajo más complicado que he afrontado, un salto mortal. Moi ha sufrido un trauma y es una bomba de relojería a punto de explotar. Jamás voy a olvidar esta película porque es la primera que he hecho después de salir de Cuéntame cómo pasó y probablemente en la que he encontrado mayor generosidad y pasión de todos y cada uno de los que formamos parte del equipo. Descubrimiento. Mientras espera en boxes otras dos películas ya finalizadas, El sustituto (Oscar Aibar) y Donde caben dos
(Paco Caballero), los madrileños Teatros del Canal nos traerán a partir del 21 de mayo a un Ricardo Gómez retorcidamente oscuro (en El hombre almohada)
como mandan los cánones del inconfundible autor teatral Martin McDonagh (La reina de la bellesa de Leenane). Nos dirige David Serrano (Días de fútbol) y mi gran descubrimiento ha sido Belén Cuesta. Aparte de que me río muchísimo con ella, la capacidad emocional que tiene para empatizar con el trabajo es digna de estudio. Brutal.
Suerte. Ricardo, agradecido por lo que fue (a Cuéntame cómo pasó le debo mucho, ahora que estoy leyendo El tiempo amarillo, las memorias de Fernando Fernán Gómez, recuerdo mi suerte compartiendo con él horas de grabación, igual que con grandes como José Luis López Vázquez o Tony Leblanc)
y excitado por lo que ya está siendo, sueña con dirigir algún día y no perder tiempo de aprendizaje por el camino. Ya no soy nunca el más pequeño de los rodajes, y eso es una responsabilidad –bromea–. Que me llame FOTOGRAMAS otorga una ilusión extra a mi carrera, es algo romántico. Ante semejante afirmación exigimos una prueba de fe: ¿dónde está el Fotogramas de Plata a Mejor Actor de Teatro por Mammón? En lugar preferente en el salón, de ahí no se mueve. ESTRENO: 21 MAYO
“ACEPTÉ EL RETO DE MI REPRESENTANTE, QUE DIRIGE MÍA Y MOI, ENTRE OTRAS COSAS PORQUE EN ÉL ESTÁ UNA DE LAS MEJORES ACTRICES DE ESTE PAÍS, BRUNA CUSÍ”.
Mía y Moi (Esp., 2020, 104 min.). DRAMA.