Vidas rebeldes.
Neil Cross. El showrunner estrena La costa de los mosquitos (TV).
We Need an Antihero. Que yo recuerde, desde que tuve uso de razón quise ser un gánster, bromea Neil Cross (Bristol, Inglaterra, 1969) citando la frase con la que Henry Hill arranca Uno de los nuestros (M. Scorsese, 1990). Son las seis menos cinco de la mañana en Nueva Zelanda, desde donde el showrunner de La costa de los mosquitos atiende virtualmente a FOTOGRAMAS, pero o bien el enorme tazón de café que tiene entre las manos ya ha hecho efecto o bien el padre –literario y televisivo– del que seguramente es el detective privado más influyente de los últimos años, el inspector jefe John Luther, arranca los días con la misma energía con la que el personaje de Ray Liotta irrumpió en el lumpen neoyorquino. Que yo recuerde, retoma Cross, siempre me han gustado los antihéroes. Cuando tenía siete años se estrenó Star Wars. Una nueva esperanza (G. Lucas, 1977), que entonces se llamaba La guerra de las galaxias, y no creo que se sorprenda nadie si digo que Luke Skywalker no me interesó lo más mínimo. Yo solo quería ser colega de Han Solo y cruzar el universo en el Halcón Milenario. Me he sentido atraído por los personajes que rechazan y se enfrentan a la autoridad. Y muchas veces, para mi propio perjuicio, yo también he seguido ese camino. No se me da muy bien que me digan qué puedo hacer y qué no. Eso de seguir las reglas no va mucho conmigo… ni tampoco con los personajes que escribo. Creo que hay una peligrosa conexión directa entre ellos y yo, ríe.
De tal palo, tal personaje. Directa y evidente. Tanto que la vida personal de Cross bien podría ser llevada a la pantalla como ha hecho ahora con la de Allie Fox, el personaje que Justin Theroux encarna en la adaptación de la novela que, ironías del destino, escribió su tío Paul y que en 1986 Peter Weir llevó al cine con Harrison Ford como protagonista. Me expulsaron de la escuela a los 15 años y esa misma semana me echaron de casa, recuerda el showrunner. Me pasé los siguientes seis años viviendo del paro, yendo de casa en casa hasta que, evitando trabajar, me apunté a la escuela nocturna. De ahí, me matriculé en la universidad, donde primero descubrí la ética del trabajo, algo que desconocía, y después, tras pasar de limpiar frigoríficos industriales a trabajar en una librería, me dio por escribir. Así, en 1998 publicó su primera novela, Mr. In-Between –llevada al cine en 2001 por Paul Sarossy–, a la que siguieron tres títulos más: Christendom (1999), Holloway Falls (2003) y Always the Sun (2004). Fue esta última, con la que optó al premio Booker, la que le abrió las puertas de la TV: Decidí adaptarla yo mismo, cuenta de una serie que no acabaría de cristalizar hasta 2018.
En casa nos ahogaban las deudas, pero aun así, mi esposa decidió comprarme el programa de ordenador para poder escribir un guion como Dios manda. Después de tantos años aún hay noches que me despierto aterrorizado pensando qué habría pasado si ella no hubiera confiado en mí. Disfruté la experiencia de adaptarme y envié el resultado. De ahí surgió la posibilidad de escribir para
Spooks (Doble identidad), serie en la que empezó como guionista invitado y de la que acabó liderando los libretos en su sexta y séptima temporada.
Un showrunner anarcosindicalista. Lo más complicado de pasar de escribir novelas a guiones es saltar de lo que puedes decir a lo que se tiene que ver, reflexiona Cross. No hay espacio para monólogos, para descripciones. En un guion un personaje solo puede decir algo o hacer algo. Y ya está. Creo que es más fácil que un guionista se
“SIEMPRE ME HAN ATRAÍDO LOS PERSONAJES QUE RECHAZAN Y SE ENFRENTAN A LA AUTORIDAD. YO TAMBIÉN HE SEGUIDO
ESE CAMINO”.
convierta en un buen novelista que al revés, explica pese a confesar que intenta siempre escribir guiones que se puedan leer. Como los de Luther, la serie que creó en 2010 y que, tras una primera experiencia como showrunner en la criminal The Fixer (2008-09), lo catapultaron al estrellato y lo afianzaron en un rol que ha repetido en Crossbones (2014), una serie de piratas con John Malkovich y Claire Foy que escribió junto a James V. Hart (Drácula de Bram Stoker); la citada Hard Sun (2018); en la reciente The Sister (2020), encabezada por Russell Tovey, y ahora en La costa de los mosquitos.
En este proyecto, que define como una historia de aventuras con una lectura política muy actual, Cross ha liderado el equipo de guionistas –entre los que se cuenta Tom Bissell (The Disaster Artist)– y coordinado a los realizadores, con Rupert Wyatt (El origen del planeta de los simios) encargándose de los dos primeros episodios. ¿Sabes cuál es el secreto para ser no solo un buen showrunner sino para tener éxito en cualquier trabajo? Rodearte de gente mejor que tú, que trabaje bien y con la que compartas una misma idea de cómo tiene que ser la serie. En el fondo soy un anarcosindicalista que solo saca su lado freak control cuando se sienta en la sala de montaje. Ahí sí que puedo llegar a ser insufrible, ríe. ESTRENO: 30 ABRIL EN APPLE TV+