Bertrand Tavernier.
Bertrand Tavernier. Director y guionista francés. 25 marzo. 79 años.
Suerte de verso suelto en esa generación de directores franceses que debutaron cuando la Nouvelle Vague era ya el stablishment respetable y modelo del cine galo, Bertrand Tavernier compartió con sus más afamados autores el amor incondicional por el cine clásico norteamericano (en especial por el western, del cual era todo un erudito) y por la serie negra. Dentro de ese género, pero con una novedosa vuelta de tuerca humanista (crítica, cínica a veces, la mayoría de ellas), debutaría en el largometraje con dos obras maestras: El relojero de Saint-Paul (1974) y El juez y el asesino (1976). Tras un paréntesis en la distopía fantacientífica, pero profundamente moral y centrada en las personas, como La muerte en directo (1980) regresaría al crimen con la excepcional Coup de torchon (1981), La carnaza (1995) y la americana En el centro de la tormenta (2009).
LA MÚSICA DEL ALMA
Otro punto de conexión con la Nouvelle Vague fue el jazz, lo que mostraría abiertamente en Alrededor de la medianoche (1986), aunque sí que discreparía de ella en su respeto al cine de época y los artesanos franceses de los años 50: La hija de D’Artagnan, La princesa de Montpensier, Un domingo en el campo, Salvoconducto, Daddy Nostalgie… Sin embargo, si una cosa hizo de la obra de Tavernier algo único fue cómo mezcló el clasicismo genérico con un respeto y cariño inmensos hacia sus personajes y el ser humano: los profesores y alumnos de la magistral Hoy empieza todo (1999), los policías y delincuentes de Ley 627 (1992) y sus dos emotivos acercamientos a la Primera Guerra Mundial (y al cine de King Vidor y Frank Borzage): La vida y nada más (1989) y Capitán Conan (1996).
Cada vez topándose con mayores dificultades para rodar sus proyectos, sus últimos trabajos fueron la satírica Crónicas diplomáticas (2013) y el muy personal y exhaustivo documental Las películas de mi vida (2016), su precioso legado hacia el cine, los espectadores y él mismo.