MONTE HELLMAN
Director estadounidense. 20 abril. 91 años.
Pocas películas definen tanto a su autor como Carretera asfaltada en dos direcciones (1971) a Monte Hellman. Un director a contracorriente dentro de la(s) corriente(s) de Hollywood. Un auténtico outsider, seguramente sin pretenderlo, que dejó (¿cerró?) lo que sería el revolucionario cine de los años 70 justo comenzando la década. Criado
en la factoría de Roger Corman junto a Coppola, Scorsese o Jack Nicholson, Hellman hizo literalmente de todo en ella durante los 60: El terror, La bestia de la cueva maldita, Viaje a la ira, Escapatoria al infierno… Serían cuatro películas – Carretera asfaltada… aparte– las que cimentarían su fama y estatus, sobre todo en Europa: El tiroteo, A través del huracán, Gallos de pelea y Clayton Drumm. Jamás superaría eso, iniciando una errática carrera en la que tanto acababa films por la muerte del director (Mark Robson) como El tren de los espías, se encargaba de la segunda unidad (Robocop), descubría a Quentin Tarantino (Reservoir Dogs) o firmaba rarezas ( La iguana, Posesión alucinante, un sketch de la cinéfila Trapped Ashes o la muy personal Road to Nowhere).