DE PALOS Y ASTILLAS
En toda su carrera solo han compartido crédito una vez: una versión para la TV británica de ‘Una habitación con vistas’ hace casi 15 años. Este junio, Timothy Spall y su hijo Rafe coinciden en nuestra cartelera, pero por separado. El primero estrena el drama ‘El inglés que cogió una maleta y se fue al fin del mundo’ y el segundo, la comedia ‘Un pequeño contratiempo’. Doble ración del talento Spall y una lección interpretativa de lo más familiar.
DE QUÉ VA: Teddy (Rafe Spall) nunca tiene prisa. Tras recibir un regalo el día de su boda, verá cómo su vida se acelera y cómo los años pasan volando sin que él pueda hacer nada.
Procrastinación letal. No deja de ser irónico que el actor y cineasta Josh Lawson escribiera el guion de Un pequeño contratiempo, la historia de un procrastinador en serie que por uno de esos azares inexplicables se ve obligado a enfrentarse a la carrera a todos sus miedos, en poco menos de tres semanas. Bueno, eso fue el primer borrador, se defiende este hombre-orquesta al que tenemos en cartelera interpretando a Kano en Mortal Kombat (S. McQuoid, 2021). Reescribir, dar forma a la estructura y pulirlo me llevó más tiempo. Y después hay que tener en cuenta que la primera idea, la semilla de la película, ha ido creciendo en mi interior durante unos cinco años. Todo en un día. Precisamente fue el guion y su lectura dickensiana de Atrapado en el tiempo (H. Ramis, 1993) lo que convenció a Rafe Spall para encarnar a Teddy, un tipo que lo deja todo para luego y que, de pronto, ve cómo los años pasan volando y siempre en el marco del mismo día: su aniversario de boda. Ofrece una mirada muy interesante de la noción del paso del tiempo, cuenta el protagonista del film junto a Zahra Newman y Ronny Chieng. Cuando estás atrapado en las minucias del día a día es fácil perder la perspectiva de lo que quieres y cómo conseguirlo. Si el film tuviera una moraleja, sería esta.
ESTRENO: 4 JUNIO
DE QUÉ VA: A sus 90 años, Tom (Timothy
Spall) decide cruzar toda Gran Bretaña, desde el punto más al norte de Escocia hasta el más al sur en Cornualles, usando el autobús público.
La edad no importa. Que Timothy Spall acabara encarnando a Tom, un jubilado de 90 años que, enfermo y dispuesto a saldar cuentas con todas las promesas que le hizo a su fallecida esposa, decide cruzar a bordo de autobuses públicos toda Gran Bretaña, se debe a la obstinación del director Gillies MacKinnon. El director de El inglés que cogió una maleta y se fue al fin del mundo le habló del proyecto a Spall cuando lo conocí en el Festival de Cine de Turín, donde estuve de jurado. Se interesó de inmediato, pese a que es 25 años más joven que el personaje. Pero estaba convencido de que él le daría una presencia y cualidad física extraordinaria a Tom. Para el resto ha bastado el maquillaje, que lo ha envejecido sin necesidad de efectos especiales. Verdades y promesas. El realizador de
Whisky Galore! (2016) ve el film como
una road movie sentimental, en la que el tiempo que se acaba juega un papel clave en este ritual de fin de trayecto personal en el que, paradójicamente, la vida se abre camino. Y también las coincidencias, porque en los flashes del pasado de Tom vemos a Mary, la esposa con la que 60 años atrás hizo el viaje inverso, interpretada por Phyllis Logan, que ya coincidió con Spall en Secretos y mentiras
(M. Leigh, 1996) y con la que comparte este nuevo viaje.
ESTRENO: 18 JUNIO