Cruella. La venganza se sirve bien fría. Hablamos con su director y parte del equipo de la nueva versión de la villana.
Hablamos con el director y con parte del equipo de ‘Cruella’, una nueva versión del personaje que indaga en sus orígenes y traslada la trama al Londres de los 70 en el mundo de la moda. Emma Stone, como protagonista, y Emma Thompson, como su némesis, representan la lucha del punk contra el ‘establishment’.
Craig Gillespie (Yo, Tonya) tenía buena relación con Disney, estudio para el que había dirigido La hora decisiva (2016) y El chico del millón de dólares (2014). Así que un día recibió la llamada de Sean Bailey (jefe de producción de la casa) quien le proponía dirigir una nueva historia sobre Cruella de Vil protagonizada por Emma Stone y ambientada en el Londres de los 70. Ella como protagonista y los años del punk en Inglaterra formaban una combinación ganadora, así que ecepté, nos cuenta por Zoom desde su casa. Quería sumergirme en esa época, empaparme de su espíritu en contra de todo lo establecido y trasladar a Cruella esa actitud ante la vida. Eso, como base de la historia, nos permitía llevar la trama todo lo lejos que quisiéramos, añade. El personaje había nacido como parte de la novela 101 dálmatas, adaptada por Disney en 1961. En 1996 y 2000 se rodaron dos nuevas versiones en imagen real en las que le daba vida Glenn Close, quien ejerce ahora de productora ejecutiva. En esta ocasión la idea era abordar el personaje a la manera de
los villanos clásicos de cómic. Es decir, remontándose a sus orígenes para desvelar cómo había llegado a convertirse en la malvada que hoy conocemos. Realmente entiendes las decisiones que toma dadas las circunstancias que ha vivido, el tipo de criminales de los que se ha rodeado y cómo su villanía nace de las experiencias que ha atravesado. No digo que se perdone, pero creo que se llega a comprender, cuenta Gillespie.
La historia de esta Cruella, en realidad, había comenzado mucho antes de que el director australiano respondiera aquella llamada. Cuando Emma Stone acababa de recibir su primera nominación al Oscar por Birdman o (La inesperada virtud de la ignorancia), en 2014, y antes de rodar La ciudad de las estrellas (La La Land), por la que obtendría la estatuilla, recibió una propuesta para protagonizar este proyecto. Ella sería Estella, una niña huérfana que, maltratada por la vida, se acaba convirtiendo en la perversa Cruella de Vil en su vida adulta. Dijo sí inmediatamente y ya nunca se bajó de ese barco, y eso que pasaron seis años, varias versiones del guion y más de un director, hasta que el proyecto ha llegado a ver la luz.
Es divertido conocer los orígenes de Cruella y nos lo pasamos genial explorando qué es lo que convierte a alguien en un villano. Cómo la gente se ve afectada por los acontecimientos que le suceden en la vida, y cómo pueden derrumbarse bajo ese peso o elevarse por encima de él. Y tal vez, no siempre, convertirse en mejor persona después de haber sufrido. A esto le añades ese tipo de diversión extravagante de Disney y el estilo desenfrenado de la música punk de los 70, cuenta con entusiasmo la actriz.
DUELO DE DIVAS
Frente a ella está Emma Thompson, con quien lidia un duelo clásico entre villanas. Si Stone es la joven rebelde que sueña con triunfar como diseñadora, ella da vida a La Baronesa Von Hellman, una vieja gloria del mundo de la moda de inquebrantable flema británica. En palabras del productor Andrew Gunn, sería el resultado de juntar a Coco Chanel y Vladimir Putin en una misma persona. La actriz británica explica así su personaje: Lamentablemente, La Baronesa es la razón de la existencia de Cruella. Es terrible, pero da una idea maravillosa para comprender por qué alguien se convierte en lo que es. Es la figura que representa esa extraordinaria firma de moda y cuando Estella la ve se siente deslumbrada por ella, pero enseguida comprende a quién se enfrenta. La Baronesa ve que tiene talento, así que se sirve de ella. Para el director, contar con ‘las dos Emmas’, como las llama, es un verdadero lujo. Fue fantástico trabajar con ambas frente a frente. Emma Thompson es brillante. Tiene un manejo excelente del trabajo artesanal del actor. Crea algo enorme, pero muy contenido, lleno de matices sutiles y al mismo tiempo muy poderoso. Con movimientos muy pequeños crea una interpretación espectacular. En cuanto a Emma Stone, no tiene ningún miedo, no hay nada que no pueda hacer. Sabe llevar el drama con una sensibilidad que la hace cercana y conmovedora y en el humor es tremenda, muy física. Salta de una cosa a otra a veces en la misma escena, matiza.
Craig Gillespie había demostrado en Yo, Tonya (2017) que sabía escarbar en las debilidades de los personajes más miserables. Y en Lars y una chica de verdad (2007) que era capaz de encontrar ternura en los más tarados. Además, cuando se unió al proyecto, en 2018, trajo consigo a Tony McNamara, guionista de La favorita, para que reescribiera la historia que llevaba varios años gestándose. Emma (Stone) acababa de hacer La favorita con Tony y los dos estábamos en la misma página pensando que él era el tipo que tenía que rehacer esto. Fue él quien hizo escalar la tensión entre Cruella y La Baronesa y quien propició que tuvieran más escenas juntas. El tipo de baile y la clase de diálogos que establecen cuando están juntas resulta divertidísimo.
¿UN JOKER FEMENINO?
Cuando a principios de este año se estrenó el primer tráiler de Cruella, las redes sociales ardieron especulando sobre la similitud entre esta historia y el Joker de Todd Phillips. En realidad, como si esta fuera una versión femenina del anterior, que igualmente muestra
“PODRÍA ESTABLECERSE UNA LIGERA COMPARACIÓN CON JOKER PORQUE AHONDA EN EL PASADO Y ES UNA PELÍCULA OSCURA QUE NO PARECE UN CLÁSICO DE DISNEY. PERO SI VAMOS MÁS ALLÁ, NO TIENEN MUCHO EN COMÚN”. Craig Gillespie, director.
un pasado de sufrimiento y maltrato social como motivo de la posterior perversidad del personaje. Así que no podíamos sino preguntarle al propio director sobre el asunto. En ese sentido se podría establecer una ligera comparación. Y sí, es una película oscura con una atmósfera que no se parece en nada a un clásico de Disney. Pero creo que, si vamos más allá, vemos que no tienen mucho en común. Hay una visión muy particular en el guion de Tony McNamara que crea una permanente danza entre el humor y el drama, vemos un viaje salvaje que resulta muy entretenido. Hay emociones soterradas, pero por encima de eso hay algo divertido y de puro disfrute visual. Me encanta Joker, y me gusta precisamente por su tremenda oscuridad.
Junto a ‘las dos Emmas’, podemos ver a Joel Fry (Yesterday) y Paul Walter Hauser (Richard Jewell) interpretando a los ladrones amigos de Estella que, como ellos dicen, son como Epi y Blas. También a Mark Strong (1917) como el mayordomo de La Baronesa. Además, llegó a haber 600 extras, porque todo en esta película resulta grandioso, empezando por el formato. Se filmó en 35 mm con grano el universo sucio y punk de Estella/Cruella, y en 65 mm el clasicismo elegante de La Baronesa. Todo se rodó en los estudios Shepperton de Londres y en 44 localizaciones de la ciudad, creando un total de 130 escenarios. Además, la banda sonora de más de 50 temas funciona como un personaje más. En esa época, la música lo inundaba todo. Es muy de Scorsese, en el sentido en que aparecen canciones que no esperas en ciertas escenas, y de esa forma las lleva a un estatus diferente, explica el director. La lista incluye a Florence +
The Machine, The Doors, Queen, Louis Armstromg o Doris Day. Porque no todo en esta vida va a ser punk. ◆
ESTRENO: 28 MAYO
Cruella (EE. UU., 2021, 134 min.). COMEDIA.