MARINA SALAS
El entusiamo y desenfado de su personaje, una versionista de canciones de éxito en Benidorm, lo convierten en el alma de Marina Salas (Cornellá, Barcelona, 1988) brilla en su primer papel protagonista en cine, tras una sólida trayectoria en teatro y telev
¿Cuándo fue la primera vez que pensó en ser actriz? Con los espectáculos de La Fura dels Baus, a los que iba con una amiga de casa que trabajaba con ellos. Yo era muy tímida y tartamudeaba, pero me apunté a los 14 años a una escuela de teatro musical, y descubrí que se me daba bien.
¿Cuándo vio que lo había conseguido? En el estreno, al que fui con mis amigas, de mi primera película, Sin ti (Raimon Masllorens, 2006). Tenía 17 años.
¿A quién admiraba de pequeña? A mi hermano Javier, fisioterapeuta, que es nueve años mayor que yo.
¿A quién admira ahora?
A la gente con criterio, y en lo artístico a Gena Rowlands y a John Cassavetes.
¿Qué necesita? Entusiasmarme, emocionarme. Leer, el cine, el teatro.
¿Qué le sobra?
Hacer planes de futuro.
Aprendí mucho de…
Trabajar con el director teatral Daniel Veronese.
¿Pensó en tirar la toalla? Nunca, soy muy cabezona y muy joven aún para eso.
Lo mejor (o peor) que aprendí de una pareja: A cuidar y dejarme cuidar.
Una virtud: La empatía.
Un fallo: A veces me obstino.
Un horror: Las fiestas de mis vecinos a la hora de dormir.
Un estrés: Las redes sociales, sin duda, aunque estoy en Instagram, y mentir.
Un recuerdo imborrable: Mi primer beso, de adolescente, una vacaciones de verano.
Querría conocer (o me gustaría haber conocido) a: Marilyn Monroe con quien habría podido pasármelo muy bien, y a Cate Blanchett.
Una manía: Ninguna especial, pero como el teatro es algo en lo que se tiende a repetir me parece importante darle su cualidad sagrada y medito antes de cada función.
Mito erótico confesable: JeanPaul Belmondo en Al final de la escapada (Jean-Luc Godard, 1960); Al Pacino en Serpico (Sidney Lumet, 1973), ¡me encanta!, o Romy Schneider y Jane Birkin, increíbles en La piscina (Jacques Deray, 1969).
¿Punto fuerte? La capacidad que tengo de trabajo.
¿Asignatura pendiente?
Saber montar a caballo.
Hacer escenas eróticas es: Depende de con quién te toque. A veces me encantan y otras, me horrorizan. ◆
‘EL COVER’ SE ESTRENA
EL 23 DE JULIO