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LEOS CARAX VUELA AL RITMO DE LOS SPARKS

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La comedia es la única forma de explicar la verdad sin que te maten por ello, dice Henry, el personaje de Adam Driver, en un momento del sexto largo como director del inclasific­able Leos Carax. Homenaje a Godard, esta tragedia-ópera-grandguiño­l que es Annette nace de la necesidad de rodar un musical a partir de la música de los Sparks, dice del dúo musical que forman los hermanos Ron y Russell Mael, coguionist­as del film. Los musicales brindan al cine una dimensión distinta, casi literalmen­te: tienes el tiempo, el espacio y la música. Y te dan una libertad extraordin­aria a la hora de dirigir, de mezclar emociones contradict­orias, ser grotesco y profundo al mismo tiempo, apunta Carax de su primera cinta en inglés, una producción que rodó en Los Ángeles y cuenta con Marion Cotillard –reemplazo de Michelle Williams– y Simon Helberg (The Big Bang Theory) en el reparto.

tomé cuando la rodamos. El cine está hecho de gestos instintivo­s que luego permanecen en el tiempo.

Hablando de instintos, en Annette, usted muestra una cara realmente impulsiva. Pienso en sus monólogos. Son fulgurante­s, muy físicos. Eso fue un gran desafío. Era la primera semana de rodaje.

Leos quería filmar los monólogos en una sola toma, en plano secuencia. No nos conocíamos mucho, así que tuvimos que irnos familiariz­ando a través de nuestro trabajo creativo, que es una manera maravillos­a de conocer a alguien. Todo era intenso y significat­ivo. No había tiempo para charlas tipo: Oye, ¿viste el partido de anoche? (risas). Eran escenas complejas, muy teatrales, y Leos quería que mi personaje pareciera salvaje, capaz de salirse del plano y del guion en cualquier momento. Empezamos trabajando a partir de una serie limitada de gestos e impulsos, y así fuimos construyén­dola sobre la marcha, hasta que tuvimos una coreografí­a. En ese punto, como actor, mi misión consiste en concentrar­me en cada gesto, hacerlo vibrante, y a la vez dejarme llevar. Es como una especie de trance. Cuando acababa cada toma me daba cuenta de la energía que había invertido en ella. Sentía el cansancio a posteriori, no mientras interpreta­ba los monólogos.

“COMO ACTOR, MI MISIÓN CONSISTE EN CONCENTRAR­ME EN CADA GESTO, EN HACERLO VIBRANTE, Y A LA VEZ DEJARME LLEVAR. ES COMO UNA ESPECIE DE TRANCE”.

PODER Y RESPONSABI­LIDAD

Me parece fascinante esta idea de construir una escena sobre la marcha. ¿Existe espacio para trabajar así en una superprodu­cción, como las películas de la saga Star Wars?

Con Star Wars tuve la suerte de cruzarme con dos directores con personalid­ad. No esperaba que los blockbuste­rs fueran así. Nunca tuve la sensación de estar en una película diseñada por un comité empresaria­l. No me encontré en situacione­s en las que tuviésemos que cambiar algo, como por ejemplo una parte de un traje, por razones comerciale­s. El cine es un arte colaborati­vo, pero esa colaboraci­ón se genera sobre todo entre los responsabl­es de los apartados creativos del film, no con personas que pueden dar una opinión artificial para que, supuestame­nte, a la gente le guste más un personaje. Eso sería una pérdida de tiempo. Con Leos las cosas son especiales, porque él estructura las jornadas para que haya tiempo para la construcci­ón de las escenas. No llega con un plan cerrado, sino que crea espacios para la creativida­d. Él siempre quería más tiempo. Si fuese por él, aún seguiríamo­s rodando (risas).

Al principio hablaba acerca de la idea de la responsabi­lidad. ¿La ha sentido de una manera especial al ejercer de productor del film?

Me gusta estar atento a los aspectos técnicos de un rodaje, y eso lo he podido trabajar a fondo desde mi rol de productor. Mientras se rueda luchas contra el tiempo, la naturaleza, las limitacion­es tecnológic­as… En el set no puedo abstraerme de lo que ocurre a mi alrededor. No pienso únicamente en mi rol, intento ayudar a que el conjunto funcione. Sé lo duro que puede ser para un actor llegar y filmar solo durante un par de días. No conoces a nadie, quizá ni siquiera conoces muy bien al director, y tienes que lan

zarte al ruedo. Intento ayudar a que todo el mundo se sienta cómodo y pueda dar lo mejor de sí mismo.

Viendo su interés en la técnica y la logística del cine… ¿le gustaría llegar a dirigir algún día?

No lo creo. En algún momento me lo he planteado, pero entonces pienso en el trabajo de los grandes directores, y me digo: ¡Olvídalo! (risas). Producir me gusta; encontrar a gente buena y talentosa, e invitarlos a trabajar juntos, colaborar en un proyecto. Si me preguntas por qué creo que no sería un buen director, es porque odio tener que responder preguntas (sonríe irónicamen­te). Y eso es justamente lo que hacen los directores cada día, todo el día, todo el tiempo.

¿Como productor no ha tenido que responder preguntas?

Sí, tienes que responder, pero puedes hacer como que no estás escuchando, que es lo que los productore­s suelen hacer cuando yo les hago preguntas (ríe estruendos­amente).

Antes mencionaba el trabajo de los grandes directores. Usted ha trabajado con algunos de los mejores: Jim Jarmusch, Noah Baumbach, ahora Leos Carax. ¿Qué cineastas tiene pendientes en su lista de deseos?

¡Hay muchos, demasiados! Me encantaría trabajar con Pedro Almodóvar. Pero también está Wim Wenders,

Paul Thomas Anderson, Kathryn Bigelow… La lista es larguísima.

¿En qué podremos verlo próximamen­te?

He hecho dos películas con Ridley Scott:

La casa Gucci, en la que he podido trabajar con Lady Gaga, y The Last Duel, en la que interpreto al caballero Jacques LeGris. Y ahora estamos rodando White Noise con Noah Baumbach, basada en la novela de Don DeLillo. ¡Llevamos una semana de rodaje y está siendo espectacul­ar! Bueno, en un par de meses a lo mejor te cuento algo diferente, pero por el momento todo pinta bien. ◆

“ME GUSTA IMAGINAR QUE LOS ESPECTADOR­ES HARÁN SUYAS LAS HISTORIAS APROVECHAN­DO LAS EMOCIONES E IDEAS CON LAS QUE LAS HACEMOS”.

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Ron y Russell Mael, los Sparks, en un concierto reciente.
 ??  ?? A sus 37 años, Adam Driver es un veterano del Festival de Cannes, en el que ha presentado films como ‘Los muertos no mueren’, ‘Paterson’, ambas de Jim Jarmusch, o ‘A propósito de Llewyn
Davis’ de los hermanos Coen.
A sus 37 años, Adam Driver es un veterano del Festival de Cannes, en el que ha presentado films como ‘Los muertos no mueren’, ‘Paterson’, ambas de Jim Jarmusch, o ‘A propósito de Llewyn Davis’ de los hermanos Coen.
 ??  ?? 1 1. Marion Cotillard entre Simon Helberg y Adam Driver, con los hermanos Russell y Ron Mael, los integrante­s de Sparks y coguionist­as del film, en la fila de atrás, en uno de los momentos musicales. 2. Helberg, en su primer proyecto para la pantalla tras el final de la serie ‘The Big Bang Theory’, interpreta al director de orquesta del espectácul­o de Henry. 2 2 3
1 1. Marion Cotillard entre Simon Helberg y Adam Driver, con los hermanos Russell y Ron Mael, los integrante­s de Sparks y coguionist­as del film, en la fila de atrás, en uno de los momentos musicales. 2. Helberg, en su primer proyecto para la pantalla tras el final de la serie ‘The Big Bang Theory’, interpreta al director de orquesta del espectácul­o de Henry. 2 2 3

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