Úrsula Corberó, por Snake Eyes: El origen.
La actriz abandona el Banco de España de ‘La casa de papel’ para enfundarse el mono de cuero del mítico personaje del universo G.I. Joe en su gran salto internacional de la mano de ‘Snake Eyes: El origen’. Y, atención, porque puede que esto solo sea el c
“Ahora tengo ganas de comedia, pero lo quiero todo. La falsa modestia está “sobrevalorada.
Con tanto vértigo como optimismo y con una energía desbordante. Así se enfrentó Úrsula Corberó Delgado (San Pedro de Vilamajor, Barcelona, 1989) a su primer rodaje internacional, al que llegó después de que el productor, Lorenzo di Bonaventura, la viera por casualidad en La casa de papel. ¿El resultado? Un trepidante viaje, en todos los sentidos, que marca un antes y un después en su ya meteórica carrera. Con ustedes, la nueva Anastasia DeCobray.
¡La Baronesa es empezar por todo lo alto!
Me encantaron dos cosas de ella: que es un personaje pequeñito, pero cuando aparece es la que corta el bacalao; y que se sabe que es europea, pero no de dónde. No reniego de mis raíces, pero no quería caer en aquello de ser la latina que hace de latina en la película.
¿Cómo fue la preparación física?
Llegué a Vancouver un mes y medio antes de rodar y estuve entrenando dos horas diarias. Boxeo, correr… El cuarto día me desperté y no podía mover el brazo. Como si me hubiera atropellado un camión. Les dije a los productores:
Peso 46 kilos, soy muy pequeña…¡Tened piedad de mí! Y me llevaron a un superfisio. Eso fue lo más duro de todo, además de trabajar en inglés, que empecé a hablarlo hace solo tres años. Pero en La casa de papel también tiene bastantes secuencias de acción…
Sí, pero nada que ver con esto. Tokio, como mucho, forcejea y dispara. Aquí son todo coreografías de lucha y artes marciales. Ensayé mucho con Samara Weaving, que interpreta a Scarlett.
Y se hicieron buenas amigas…
Me he reído tanto con ella… Recuerdo un día que le dije: I am going to send this person to fry some asparagus, sin darme cuenta de que esa frase en inglés no existe. Desde entonces me llama My Little Asparagus (risas). ¿Impone trabajar con Henry Golding?
Es encantador, muy currante y con un temple… Rodaba todos los días, incluso lesionado. Y siempre con una sonrisa.
El rodaje coincidió casi con la pandemia.
Sí. Empezó a llegar a Tokio cuando estábamos allí. De hecho, tuvimos que hacer varios reshoots hace unos cuatro meses en Los Ángeles.
¿Cómo fue rodar en Japón?
Alucinante todo. El último mes vino mi madre a verme y se hizo superamiga de Peter Mensah, que interpreta a Blind Master. Era surrealista verla paseando por las calles de Tokio al lado de esa mole de persona (risas).
¿Se plantea dar el salto a Hollywood?
¿Sinceramente? No. Me planteo trabajar allí, pasar tiempo en Los Ángeles, donde tengo amigos. Pero quiero que mi base esté en España, cerca de mi familia y gente fuera de la profesión.
Pues los productores nos han hablado de un spin-off de su personaje…
¡A mí también! Si me dieran la oportunidad de explayarme con La Baronesa, disfrutaría como una enana.
En septiembre también vuelve La casa de papel. ¿Un poco desbordada?
Sobre todo porque vengo de pasar un mes en Ibiza sin hacer nada. Soy pachorra para todo, pero las promos me estresan. Y si son en inglés, más.
¿Hay algún lugar del mundo donde no la reconozcan?
Es heavy que lo diga yo, pero no.
¿Y qué va a ser lo siguiente?
Tengo ganas de comedia. Pero, espérate, porque lo quiero todo. La falsa modestia está sobrevalorada. ◆