De madres imperfectas y otras cuestiones emocionales
Estas imágenes inéditas y exclusivas para FOTOGRAMAS del rodaje de la última película de Pedro Almodóvar, Madres paralelas, que tras su presentación en el Festival de Venecia llega a nuestras salas el 10 de septiembre, abren paso a una temporada de películas excepcionales. Dramas basados en hechos reales, películas de aventuras, comedias disparatadas, joyas de cine indie y un plantel de actrices en estado de gracia prometen uno de los mejores otoños de cine español.
De la masculinidad de ‘Dolor y gloria’ a la maternidad, la familia y la memoria histórica en ‘Madres paralelas’.
Sirvan estas imágenes inéditas como avance exclusivo antes de que el vigésimo segundo largometraje de Almodóvar inaugure la 78ª edición de la Mostra, donde compite por el León de Oro. En octubre, coincidiendo con su llegada a las salas americanas, clausurará el Festival de Nueva York. El mundo a sus pies.
DE QUÉ VA: Janis (Penélope Cruz) y Ana (Milena Smit), solteras y embarazadas accidentalmente, coinciden en la habitación del hospital donde van a dar a luz. Las pocas palabras que cruzan crean un fuerte vínculo entre ellas que el azar complicará hasta el punto de cambiar sus vidas.
Idilio en el Lido. Bastante antes del reconocimiento de Francia y de Cannes estuvo Italia. Y el romance entre Almodóvar y la Mostra perdura. Allí presentó Entre tinieblas, en su debut internacional en 1983. Allí volvió cinco años después con Mujeres al borde de un ataque de nervios, su catapulta mundial. Allí triunfó Tacones lejanos y estrenó el año pasado el corto La voz humana, del brazo de Tilda Swinton. Y entre medias recibió el León de Oro honorífico en 2019. Almodóvar regresa con todos los honores a la Venecia que nunca lo rechazó, del brazo esta vez de su cómplice máxima de los últimos tiempos, Penélope Cruz, en la séptima colaboración entre el cineasta y la actriz, que pronto protagonizará otro proyecto español, esta vez a las órdenes de Juan Diego Botto,
En los márgenes, con Luis Tosar como
partner, y que acaba de rodar el drama
L’immensità, de Emanuele Crialese.
Luz y tinieblas. Ella es Janis, la mujer de mediana edad, fotógrafa de profesión, pletórica en las horas previas a un parto muy deseado. Y el contrapunto es Ana, hija de una actriz adinerada,
Teresa (Aitana Sánchez-Gijón), que ha antepuesto su carrera a todo lo demás, incluida su hija, una joven desnortada interpretada por la fulgurante Milena Smit –la desequilibrada de No matarás (David Victori) que le valió la nominación al Goya–, asustada, arrepentida, traumatizada en las horas previas al parto. Las dos darán a luz el mismo día, en el mismo hospital, y seguirán trayectorias paralelas que confluyen por una confusión en la identidad de los bebés. Madres y memoria. Hablo de la importancia de los ancestros y de los descendientes. De la presencia inevitable de la memoria. Hay muchas madres en mi filmografía. Las que forman parte
de este relato son muy distintas. Como narrador, en este momento me inspiran más las madres imperfectas, aseguraba Almodóvar al iniciar el rodaje, en marzo pasado, permitiendo avistar una oscura visión de la maternidad. La filmación concluyó tras diez semanas a finales de mayo y la posproducción se aceleró al máximo para llegar a Venecia en tiempo récord y estrenar inmediatamente en salas de nuevo de la mano de Sony.
El puzle. La espléndida madurez de Aitana Sánchez-Gijón y las sobradas tablas de Israel Elejalde, pareja sentimental de Penélope Cruz en la ficción, se ponen por primera vez a las órdenes de Almodóvar, que incluye a habituales
como Rossy de Palma, como la confidente personal y aliada profesional de Cruz, y Julieta Serrano, a instancias de la cual Janis indaga en las zanjas de la memoria, subtrama que transcurre en escenarios rurales de un film cuyo principal plató ha sido Madrid. Completan el reparto Daniela Santiago (la Veneno de Los Javis en los 90) o las veteranas Inma Ochoa (a la que veremos también en La Fortuna de Amenábar) y Adelfa Calvo. Cameo y núcleo. La atleta Ana Peleteiro, bronce en triple salto en los Juegos Olímpicos de Tokio, tiene una pequeña participación en el film, equivalente a la presencia de Rosalía en la anterior Dolor y gloria. José Luis Alcaine en la fotogra
fía, Alberto Iglesias a cargo de la música y Teresa Font en el montaje conforman el núcleo técnico-artístico de la cinta, en la que la imprescindible Esther García detenta como siempre las tareas de producción ejecutiva.
No parece haber esta vez demasiado espacio para el humor ni el desahogo cómico. Un pezón que supura leche como resumen icónico del film en el controvertido póster de Javier Jaén presagia intenso drama. Para desentrañarlo hay que acudir a las salas. Las plataformas tendrán que esperar.
ESTRENO: 10 SEPTIEMBRE
Penélope Cruz encarna a una madre deseosa de serlo y fotógrafa que indaga en las heridas de la memoria histórica.