ATRAPADO EN EL TIEMPO
Yo creí que conocía a mi padre hasta que una noche se vino a cenar conmigo y mis amigos, y aquella persona a la que estaba acostumbrado, sin chispa y que en casa no hablaba, resultó ser un hombre ingenioso, que no paraba de contar anécdotas divertidas. Sentado frente a él, yo me preguntaba: Pero este señor, ¿quién es? Aquel momento íntimo, lejano en el tiempo, de Joaquín Mazón, cineasta con amplia experiencia televisiva, ha inspirado La vida padre, su segundo largometraje, que rueda estos días en Bilbao. Lo producen, como ya hicieron con Cuerpo de élite, su ópera prima, Fernando Bovaira, de Mod Producciones (Lo dejo cuando quiera), y Koldo Zuazua, de Kowalski Films (Ocho apellidos vascos).
Bendita desmemoria. Los protagonistas son dos chefs vascos, Mikel Intxausti y su padre, Juantxu. Los encarnan Enric Auquer, Goya como Actor Revelación por Quien a hierro mata, que conecta de modo asombroso con sus sentimientos, por lo que su personaje está haciendo una evolución emocional maravillosa, y Karra Elejalde, que, a pesar de ser un maestro, mantiene la pasión del principiante. Un incidente ocurrido en el restaurante familiar en 1990 provoca una forma de amnesia, el síndrome de Korsakoff, en Juantxu, cuya memoria queda fijada en esa fecha. Desaparecido durante años, reaparece por sorpresa en la vida de su hijo, cuando este es ya un reconocido chef, pero que está en plena crisis profesional. El embrollo se crea porque para su padre, en su mente, no ha pasado el tiempo, sigue viviendo en los 90, con su edad de entonces, y cree que Mikel es un cocinero competidor que le quiere robar su receta más preciada. La historia se sitúa en Bilbao y en el ámbito de la gastronomía, aspecto en el que hemos contado con el asesoramiento de Diego Guerrero, que tiene 2 estrellas Michelin, porque las transformaciones que han sufrido esa ciudad y la cocina en las últimas décadas reflejan los contrastes que se dan en el personaje, explica Mazón.
El desafío Michelin. No es una película sobre cocina, esta es solo el vínculo para que los personajes puedan comunicarse entre ellos, advierte. Lo que se cuenta es el conflicto entre un padre y un hijo. El guion inicial lo desarrolló el cineasta con Olatz Arroyo (El mejor verano de mi vida), quien aportó el elemento de la amnesia; y luego se incorporó Joaquín Oristrell (Todos los hombres sois iguales) con la versión final, narrada desde el punto de vista del hijo. La galería de personajes la completan la neuróloga que trata a Juantxu (Megan Montaner), su mujer (Maribel Salas), su otro hijo (Lander Otaola) y un inspector de la guía Michelin (Manuel Burque), que plantea un reto especial a Mikel, que este no podrá resolver sin ayuda de su padre.
“NO ES UNA PELÍCULA SOBRE COCINA. ESTA ES SOLO EL VÍNCULO ENTRE LOS PERSONAJES. LO QUE SE CUENTA ES EL CONFLICTO ENTRE UN PADRE Y UN HIJO”.