Natalia Verbeke, por Ana Tramel.
El juego (TV).
Desde que Adriana Pozuelo de Doctor Mateo (2009-2011) redirigiera la carrera de Natalia Verbeke (Buenos Aires, 1975) hacia la cada vez más exigente televisión, ha frecuentado no tanto el cine
(lo último, El último traje, 2017, del argentino Pablo Solarz) como el teatro. Ana Tramel. El juego, de RTVE, es su apuesta (no la única) para este año.
1. Íntimas. Maribel Verdú es una bestia, un monstruo y también una actriz supergenerosa. Sentimos una conexión muy fuerte y teníamos muchísimas ganas de trabajar juntas en la tele, después de coincidir en la obra Invencible, de Torben Betts, hace cinco años. Yo ya sabía que ella participaba en Ana Tramel. El juego así que no lo dudé. Además, los tres guiones que me mandaron me gustaron hasta el punto de bajar a comprarme rápidamente el libro de Roberto Santiago para conocer el final.
2. Dualidad. La abogada Concha es un personaje precioso porque tiene dos caras. Una es perfecta, normal y alegre en el trabajo, y otra íntima muy dramática. Es un personaje con un recorrido muy amplio, que empieza en un lugar y acaba en otro, algo que a los actores nos encanta. 3. Grandes directores. Con Salvador García ya había trabajado en la serie El nudo (2019). Es un director con una sensibilidad brutal y tiene tanto amor por los actores que es muy fácil enfrentarse a secuencias difíciles como las de esta serie. Y también está tras la cámara mi admirada Gracia Querejeta, con la que me río muchísimo. Y luego encontré a Pau Freixas, con el que acabo de rodar Todos mienten. No me puedo quejar. Pero también me ha gustado mucho trabajar con directores debutantes por la pasión que ponen en lo que hacen. 4. El hijo de la novia. Todo cambió en mi carrera a partir del estreno de la película de Juan José Campanella, al que llegué de forma muy curiosa porque me avisó la maquilladora argentina de Jump Tomorrow (Joel Hopkins, 2001), una película estadounidense que estaba rodando.
Cuando me enteré del resto del reparto casi digo que no, porque tenía mucho miedo por el prestigio de mis compañeros y por volver a Argentina. Quería estar a la altura. ¡Y al poco tiempo estaba durmiendo la siesta entre risas con Norma Aleandro y Ricardo Darín!
5. Cantar en escena. He tenido la suerte de hacer de todo en mi carrera, pero me encantaría protagonizar un musical, aunque no tengo una voz muy potente. La COVID-19 detuvo un proyecto muy querido así que tendré que esperar.
“CUANDO ME ENTERÉ DEL REPARTO DE EL HIJO DE
LA NOVIA CASI DIGO QUE NO. NO SABÍA SI IBA A PODER ESTAR A LA ALTURA”.