Una Mostra con sello feminista
El año en el que Hollywood volvió al Lido, el certamen italiano hizo suyo el clamor universal en favor de los derechos de las mujeres. El León de Oro fue para la francesa Audrey Diwan por ‘El acontecimiento’, un punzante drama sobre el aborto. Penélope Cruz logró una merecida Copa Volpi por su labor en ‘Madres paralelas’.
Lo más laureado: El León de Oro de la Mostra fue para la sensible y cruda El acontecimiento, en la que la francesa Audrey Diwan lleva a la pantalla la novela homónima de Annie Ernaux, donde la autora de Los años rememoró su propia experiencia al tener que abortar de manera clandestina en la conservadora Francia de los años 60. Con la cámara pegada al vivaz y doliente cuerpo de una extraordinaria Anamaria Vartolomei, Diwan disecciona de manera impúdica una terrible odisea física, pero también crea espacios para la pertinente observación de otros ámbitos de la experiencia de la protagonista, del despertar al placer sexual al deseo de realizarse intelectualmente en un mundo dominado por las voces masculinas. Entre las mejores bazas del film cabe destacar su trabajo con largos planos de seguimiento, una herencia de la seminal labor de los hermanos Dardenne.
… igualitario: El jurado presidido por Bong Joon-ho conformó un palmarés que celebró las miradas femeninas, pese a que solo cinco de los 24 cineastas de la Sección Oficial eran mujeres. La neozelandesa Jane Campion –ganadora en 1993 de la primera Palma de Oro de Cannes para una mujer, por El piano– se alzó con el premio a la Mejor Dirección por su incisiva y preciosista mirada a la masculinidad tóxica en El poder del perro, un drama con aura westerniana centrado en una dupla de hermanos enfrentados en la Montana de la década de 1920. Por su parte, la debutante en la dirección Maggie Gyllenhaal se llevó el Premio al Mejor Guion por The Lost Daughter, adaptación de la novela La hija oscura de Elena Ferrante. Sin llegar a encontrar la distancia justa desde la que filmar a sus personajes, Gyllenhaal invita al espectador a sumergirse en la psique de una mujer madura e intelectual (Olivia Colman) que rememora su maternidad al verse reflejada en el descontento de una joven madre de origen humilde (Dakota Johnson).
… español: La variada representación española mostró en Venecia lo mejor de las múltiples caras del cine patrio. La sobria y conmovedora Madres paralelas de Pedro Almodóvar fue recompensada con una merecida Copa Volpi a la Mejor Actriz para Penélope Cruz, por una interpretación llena de emoción y entereza que se empapa de la búsqueda de verdad que guía aquí el trabajo del cineasta manchego. Por su parte, la deslumbrante Tres de Juanjo Giménez, presentada en la sección Jornadas de los Autores, demostró que hay un camino a seguir para el cine español en la fron
tera entre el cine narrativo y la pulsión experimental. Aquí, Giménez saca todo el partido a la dramática situación de una diseñadora de sonido (la siempre inspirada Marta Nieto) que experimenta un desfase entre lo que ve y lo que escucha. Luego, la magnética Eles transportan a morte de Helena Girón y Samuel M. Delgado se llevó el Premio a la Contribución Técnica de la Semana Internacional de la Crítica de Venecia. Este poético drama histórico, que explora la dimensión política del trabajo con celuloide dañado, desmonta, desde una perspectiva anticolonialista, la lectura épica de la conquista de América.
Por último, en la producción española Competencia oficial, los argentinos Gastón Duprat y Mariano Cohn (autores de El ciudadano ilustre) compusieron una nueva sátira sobre las frivolidades y miserias del mundo del arte.
… político: La Mostra dio por bueno uno de los argumentos con los que el director del certamen, Alberto Barbera, suele defenderse de las críticas por la escasez de directoras en la programación: la presencia de directores interesados por las historias de mujeres. El británico Edgar Wright deslumbró con su thriller de terror Última noche en el Soho, que destapa la violencia contra las mujeres que se escondía tras el glamour del Swinging London de la década de 1960. Por su parte, el chileno Pablo Larraín ofreció, en Spencer, un manierista y empático retrato de la desesperación y el empoderamiento de Lady Di, coronado por una notable interpretación de Kristen Stewart en la piel de ‘la princesa del pueblo’. Por último, con El duelo final, Ridley Scott cerró el círculo feminista que él mismo abrió en 1991 con Thelma & Louise, proponiendo ahora una relectura de Rashomon de Akira Kurosawa ambientada en la Francia del siglo XIV y centrada en una cultura de la violación que sigue tristemente vigente. … inspirado: La Sección Oficial de la Mostra tocó techo gracias a The Card Counter, en la que Paul Schrader vuelve a tomar como referente el cine de Robert Bresson para explorar, de la mano de un Oscar Isaac pletórico, la debacle moral de unos Estados Unidos azotados por el militarismo y el capitalismo salvaje. También brilló con luz propia el italiano Michelangelo Frammartino, que en
Il buco recrea con gran detallismo una expedición espeleológica en la Calabria de los años 60, un viaje a las profundidades de la Tierra que invoca la belleza y el misterio de la existencia humana. Por último, cabe destacar el trabajo de dos cineastas inspirados por Federico Fellini: Paolo Sorrentino, que se llevó el Gran Premio del Jurado por su autobiográfica y melancólica Fue la mano de Dios, y Gabriele Minetti, que con la circense
Freaks Out entregó el gran blockbuster de autor de la Mostra.