DESENTERRAR LA VERDAD ‘Madres paralelas’,
Antes de zambullirse por completo en la promoción norteamericana de el cineasta se muestra más explícitamente político que nunca en una charla sobre las fosas del franquismo y otras verdades dolorosas.
Recibe a FOTOGRAMAS tres días antes de conocerse el palmarés de la Mostra que coronaba a Penélope Cruz como la primera actriz española en alzar la
Copa Volpi, pero que dejaba al film sin más reconocimientos pese al recibimiento favorable. Ocupo la silla en la que la actriz ensayó por primera vez su laureada Janis frente a su Pigmalión y amigo, y me reencuentro con un Almodóvar que no luce hoy camisa hawaiana, su prenda favorita de los últimos tiempos, sino un polo de pequeños motivos geométricos y un aspecto exultante a pesar de la tralla promocional veneciana a sus casi 72 años. Su persona de máxima confianza, Lola García, hermana de la imprescindible productora Esther García, me conduce hasta el despacho contiguo del jefe, en El Deseo, por donde aparece un rejuvenecido Agustín Almodóvar con diez kilos menos. En el reencuentro paladeo el viejo periodismo, el de antes de las entrevistas cronometradamente minúsculas, obligatoriamente anodinas y clónicas entre sí. Pedro Almodóvar (Calzada de Calatrava, Ciudad Real, 1949) está a menos de un mes de aterrizar en Nueva York (cuyo festival clausura el 8 de octubre) y a dos de poner el pie en Los Ángeles. Madres paralelas se verá en las salas americanas el 25 de diciembre. Sony la ha dejado para la temporada en que se estrenan las que tienen pretensiones al Oscar, explica.
Da tiempo a casi todo. A no pasar por alto la espléndida madurez de Aitana Sánchez-Gijón, soberbia en el film: La había seguido en teatro, ha crecido mucho, ahora es una de las grandes actrices de nuestro país. Con su físico, su edad y esa distinción, el cine español tiene que recuperarla. El trabajo con ella ha sido muy rápido, el que más fácil me ha resultado dirigir. A pronosticarle una gran carrera, es la revelación, a la fulgurante Milena Smit, descubierta por él en una prueba: Iba grunge, de negro, con ropa muy ancha, como es tan delgadita. Me sorprendió mucho la conexión tan directa que tiene con su propio dolor.
CIUDADANO PEDRO, CINEASTA PEDRO
Elige cerrar la película con una cita de Galeano: No hay historia muda. Por mucho que la quemen, que la rompan, que la mientan, la historia humana se niega a callarse la boca.
Quiero creer que en algún momento uno está en contacto con la verdad; que por mucho que la ahoguen, la tachen y la oculten, la verdad acaba apareciendo. Es un mensaje muy sintético y muy esperanzador. Cuando rodamos la película no existía la nueva Ley de Memoria Democrática, que acaba de aprobarse, y todas las exhumaciones eran por iniciativa privada porque la Ley de Memoria Histórica de 2007 de Zapatero tenía muchos agujeros, como la dotación económica o dejar que cada comunidad decidiese, que en realidad se inhibían. Espero que no tenga ningún problema de ejecución y la Administración se haga cargo de las fosas. Ahora mismo son los bisnietos los que están pidiendo que se abran, pero creo que es la última generación que podrá conseguirlo. Una vez pase va a ser muy difícil, tanto por el ADN como por que los jóvenes se sientan concernidos por tatarabuelos.
El ciudadano Almodóvar siempre ha estado más comprometido políticamente que el cineasta Almodóvar. ¿Por qué elige este momento para hacerlo tan explícito?
Porque encontré el guion que me facilitaba integrar en él el mundo de las fosas. Lo había intentado antes, lo tenía en mente desde hace tiempo, pero no fue hasta el año pasado, en el confinamiento, cuando conseguí encajarlo. No he hecho cine social, pero en mis películas hay conciencia social, personajes que vienen del pueblo a Madrid para sobrevivir o mejorar, y las historias que me han salido son políticas en cuanto a que hablan de la libertad de los personajes, ya sean amas de casa, monjas o chicas modernas. Todos gozan de una enorme autonomía moral. Apostar por la libertad de los transexuales o los travestis sin hablar del problema de serlo, solo colocarlos como parte de la historia, ha sido mi modo de hacer. Exceptuando Carne
Me pregunto a mí mismo cuántas películas me quedan por hacer y no sé responderme. Noto el paso del tiempo.