GRACIAS POR LA MÚSICA
El chef Ricard Camarena, dos estrellas Michelin, recuerda la banda sonora de la ‘Calle 54’ de Trueba, su devoción por La Verdú y la admiración 360 grados por Paco León.
¿Su primera vez con el cine español? Bienvenido, Míster Marshall (Luis García Berlanga, 1953). Recuerdo verla un sábado por la tarde junto con mis abuelos maternos. Nunca olvidaré los aspavientos de Pepe Isbert.
¿En qué film se quedaría a vivir? En
Calle 54 (2000), es una auténtica delicia. La manera en que Fernando Trueba nos enseña su jazz es como para repetir muchas veces.
¿Con quién de nuestro cine se iría de cañas? Con Javier Gutiérrez e Ivan
Massagué, me da la sensación de que no me aburriría.
¿Con quién se quedaría encerrado en un ascensor? Con Rafael Cobos, alguien con su capacidad me daría para uno y muchos encierros.
¿A quién no querría tener al lado en un avión? A Torrente, imagino que sería un viaje muy embarazoso.
Un amor adolescente mitómano.
Maribel Verdú, sin ninguna duda.
¿A qué estrella internacional le gustaría ver trabajando en nuestro cine?
A Steve Buscemi.
¿En qué película le habría gustado hacer un cameo? En Camino (Javier Fesser, 2008). Habría pagado por poder abrazarla; viendo esa película sientes una gran necesidad física de hacerlo.
¿Algún director o actor al que admire?
A Paco León. Por su versatilidad, creatividad, sentido del humor, inteligencia… y a Luis Tosar, por los maravillosos momentos que he pasado viéndolo actuar.
¿A quién invitaría a comer en su restaurante? A Juan Echanove, que es una de las personas que conozco que más disfruta sentándose a la mesa. Negociaría con él quién y qué cocina.
¿Hay alguna película que le haya inspirado alguna creación culinaria? Todas las películas te invitan a reflexionar sobre algunos aspectos de la vida, pero no sabría decir ninguna que haya provocado en mi trabajo un cambio muy profundo.
Un recuerdo cinéfilo. Una cena en mi restaurante en la que se reunió el equipo de rodaje de El bar (Álex de la Iglesia, 2017). Pasé toda la noche embobado observándolos… ¡Había tanto talento reunido allí!