Gijón: el cine en un mundo por rehacer
Las obras del rumano Radu Jude (Bucarest, 1977), de quien se verá Un polvo desafortunado o porno loco, la cinta con la que ha ganado el Oso de Oro en el Festival de Berlín, y la francesa Sandrine Veysset (Aviñón, 1967), singular voz femenina en el cine europeo, centrarán este año los Focos del Festival de Cine de Gijón, FICX 59 (19 al 27 de noviembre), que reivindica el séptimo arte como experiencia colectiva y su función en un mundo por reconstruir. Debutantes. De sus tres secciones oficiales competitivas, Retueyos es en la que tienen cabida los trabajos de realizadores con un máximo de tres films. Es el caso de Amalia Ulman, hispanoargentina afincada en Gijón que refleja en
El Planeta, su ópera prima, la coexistencia entre la precariedad y la apariencia del lujo. Destacan, también, la noruega Yngvild Sve Flikke, que baraja en Ninjababy los inconvenientes de una maternidad no deseada, y el francés Elie Grappe que sigue en Olga los pasos de una muchacha ucraniana que abandona el activismo por el deporte.
Veteranos. En la sección Albar compiten los directores consagrados, como el coreano Hong Sang-soo, que participa con In Front of Your Face, sobre una mujer que deambula por las calles de Seúl, y la alemana Maria Speth con Mr. Bachmann and His Class, film galardonado en la Berlinale sobre un profesor comprometido con sus alumnos.
La otra mirada. Se reserva la sección Tierres en trance para las cinematografías de la península ibérica y América del Sur, con títulos como Edna, en la que el brasileño Eryk Rocha pone en primer plano la memoria de la Amazonía con los escritos poéticos de Rodrigues de Souza o Apenas el sol, en la que Arami Ullón viaja al Chaco paraguayo.