FUERA DE SERIE
La hemos visto llorar, pasar miedo y hacer frente a lo sobrenatural, pero ahora Belén Rueda ríe en la comedia ‘La familia perfecta’, de Arantxa Echevarría. A punto de viajar a Colombia para rodar ‘El grito de las mariposas’, ha hablado con FOTOGRAMAS. Por
Malditas etiquetas. De niña quería ser presentadora de informativos, pero luego inició la carrera de Arquitectura, que abandonó pronto, y con el tiempo Belén Rueda (Madrid, 1965) acabó cumpliendo su deseo de ser actriz.
La interpretación me gustó siempre, revela,
pero por entonces mi familia se había mudado a Alicante y las comunicaciones entre ciudades en aquella época no eran muy fluidas. Alcanzar tu sueño, sin nadie en la familia que se dedicase a ello, era más complicado que ahora. Pero son cosas que quedan guardadas en tu mente y tu corazón. La vida da muchas vueltas y llega un momento en el que te dices: ¡Me lanzo! Entró en el cine por la puerta grande, al ganar el Goya a la Actriz Revelación con su primera película, Mar adentro (Alejandro Amenábar, 2004). Tenía casi 40 años y procedía de televisión, donde había presentado programas, hecho la serie Periodistas y llevaba un año en
Los Serrano. Te van poniendo etiquetas, razona. Las mujeres a una edad ya no consiguen papeles interesantes, si estás en televisión no puedes hacer cine, si haces drama olvídate de la comedia… Etiquetas que escuchas, pero por las que no hay que dejarse llevar.
El mito de la supermujer. Lucía, su personaje en
La familia perfecta, se enfrenta, en clave de comedia, a otro de esos tópicos, el de la mujer perfecta. Esa etiqueta a la que ya plantó cara, pero con perfil dramático, como Marián en Madres. Amor y vida, la serie que ha protagonizado durante tres temporadas y que puede verse en Amazon Prime Video. Perfecta no soy ni quiero serlo, advierte. Cuando te dicen: Eres perfecta como madre, como actriz, como amiga, es una trampa que te lleva a esforzarte para estar a la altura de esa etiqueta, que te impide expresar lo que sientes de verdad. Lucía, mi personaje, está entregada a su marido y a su hijo; parece que lo tiene todo controlado, pero cuando este se casa, se pregunta: ¿Qué hago ahora? Me encanta la propuesta de Arantxa Echevarría, que tiene una vena cómica impresionante, de que el personaje se reinvente sin miedo a su edad y sin reproches al pasado. Fogueada en dramas, suspense, terror y fantástico, el humor es, sin embargo, el género que menos ha cultivado. La comedia es muy difícil, corrobora. Hubo una época en la que me dije: Tengo que hacer una porque me hacen sufrir siempre. Pero ninguno de los guiones que me enviaban me acababa de encajar. Llegué a pensar que no sabía captar el humor. Y eso que era la payasa de mi familia. Madre antes que actriz. Una vez criadas sus hijas, Lucía y Belén (actriz y nuevo fichaje de la cuarta temporada de Madres. Amor y vida, en la que no participará ella), se le abrieron nuevas sendas laborales. Una de las mejores decisiones de mi vida fue no ausentarme mucho de casa para no perderme nada importante de mis hijas, pero cuando empezaron a volar solas les dije: Ahora voy a viajar yo. Lo próximo, rumbo a Colombia para filmar la serie El grito de las mariposas. Luego iniciará 2022 con lo nuevo de Carlos Therón (Operación Camarón), una comedia junto a Carmen Machi muy atrevida y con personajes reales.
“Te ponen etiquetas que escuchas, pero por las que no hay que dejarse llevar porque son trampas que te impiden expresar lo que sientes de verdad”.