PREGUNTAS SIN RESPUESTA
¿Por qué hubo un tiempo en el que no importaban los spoilers?
¿Cuándo dejarán de pasar facturas bromas como la que Terry Gilliam hizo hace tres años y que le ha supuesto que el Old Vic londinense cancelara un musical que iba a dirigir la próxima primavera? ¿A qué esperan nuestras instituciones para realizar homenajes a nuestros actores como el que el MoMA de Nueva York dedicará a Penélope Cruz?
¿Con qué premio se podría reconocer el trabajo de Freddy, la marioneta protagonista del capítulo dirigido por Paco Plaza en Historias para no dormir?
¿Por qué el final abierto de Way Down anima a sospechar que se han planeado secuelas?
¿Por qué todos los programas dedicados a los clásicos del cine repiten casi siempre los mismos títulos? ¿Por qué a Pere Ponce, magnífico como Colombo en El sustituto, no le ofrecen más roles de peso?
¿Por qué el sector no aplica el sentido común y limita el alud de estrenos semanales?
¿Por qué pese a sus números en taquilla Eternals no ha cuajado entre los fans de Marvel? ¿Por qué tarda tanto Netflix en confirmar la segunda temporada de El juego del calamar cuando su creador ya la ha anunciado?
¿Por qué el guapísimo Jonathan Rhys Meyers puede ser Enrique VIII, pero la actriz negra Jodie Turner-Smith no puede ser Ana Bolena?