GRANJAS ARDIENTES
Rodrigo Sorogoyen ha sustituido en As bestas los escenarios urbanos que abundan en su filmografía (El reino, Que Dios nos perdone, Antidisturbios o Historias para no dormir: El doble) por los paisajes invernales de Galicia y León, en la sierra de los Ancares y la comarca del Bierzo; y los policías, políticos corruptos y robots como personajes, por los agricultores y ganaderos que habitan en ellos. Yo voy a donde me llevan las historias, me acomodo a ellas,
explica desde el set de rodaje, donde disfruta de los primeros rayos de sol de una mañana gélida. Otra cosa es que siendo un director urbano me pueda atraer un tema rural, pero es que a mí me interesan los relatos humanos, y si suceden en una aldea, en el campo, eso les añade el gran atractivo de hacer cosas nuevas y de ver y estar en entornos distintos. Lo secundan sus habituales: Isabel Peña, como coguionista; el director de fotografía Álex Pablo, y el músico Olivier Arson.
Con acento francés. El proyecto está producido, como Madre, su anterior largometraje, por Arcadia Motion Pictures, Caballo Films y Cronos Entertainment, en coproducción con la francesa Le Pacte. Es una fórmula que funciona muy bien, hemos tenido mucho éxito en Francia, y estamos encantados,
cuenta. Esta alianza ha facilitado la presencia de dos estrellas galas al frente del reparto. Marina Foïs (Una íntima convicción) y Denis Ménochet (Custodia compartida). La pareja interpreta a un matrimonio que se quiere mucho, busca un contacto más estrecho con la naturaleza y se instala en una aldea gallega con idea de vivir de la agricultura respetuosa con el medioambiente. No contaban con que pudieran presentarse problemas con sus vecinos. La idea surgió de la lectura de una noticia en la prensa. Ella es tranquila y flexible; él tiene un sentido muy estricto de la justicia que le lleva a ser un poco testarudo, describe Sorogoyen.
La historia de amor es más importante que el aspecto de thriller y resolver quién ganará. El quid de la película radica en cómo se enfrentan ellos a las tensiones, en cómo el hombre está inclinado a la violencia y la mujer, no. Asunto de familia. Las fricciones surgen con los hermanos Anta, encarnados por Diego Anido y Luis Zahera, quien repite por tercera vez con el realizador, a cuyas órdenes ganó el Goya al Actor de Reparto por El reino. El papel está escrito para él, confirma. En una película más simple su personaje sería el malvado, pero aquí hemos tratado de que se entienda que es solo alguien que tiene unos sueños que chocan con las aspiraciones de los franceses. Ruedan en español, francés y gallego, en dos fases, con una pausa entre ellas, para que el paso de las estaciones muestre el cambio del paisaje del verano al invierno, esencial para la trama.
“VOY A DONDE ME LLEVAN LAS HISTORIAS, Y SI ESTAS SUCEDEN EN UN MEDIO RURAL, COMO AS BESTAS, AÑADEN EL ATRACTIVO DE PROBAR COSAS NUEVAS”.